Castropol se une a Ribadeo para exigir iluminación en el Puente

Fomento no ve riesgo en el viaducto mariñano de los Santos porque está en línea recta. Peregrinos y viandantes que cruzan la ría por sus aceras sí se sienten inseguros de noche
Un peregrino por el Puente de los Santos
photo_camera Un peregrino por el Puente de los Santos

El Puente de los Santos de la Transcantábrica es, probablemente, el único viaducto de una autovía en España que conserva aceras para el paso de viandantes. De hecho, por ellas acceden a Ribadeo los peregrinos que siguen la ruta de la costa del Camino Norte. Poco después de que dejase de ser una carretera convencional, dejó de tener también iluminación. Ahora, ante la inseguridad que sufren en este tramo de 600 metros, sobre todo los peatones, los alcaldes de Ribadeo, Fernando Suárez, y Castropol, José Ángel Pérez, han decidido unirse para exigirle al Ministerio de Fomento que reponga su iluminación.

«É unha infraestructura de titularidade da Administración central e correspóndelle ao Estado alumala», recalcó el regidor ribadense, que buscará el apoyo de la corporación para esta propuesta en el próximo pleno municipal.

«Por exemplo, na A-8 ao seu paso por Vilaselán hai alumeado público e é da propia autovía. Sufrágao o ministerio, non o ten que sufragar ningún concello», dice el alcalde, en referencia a la ley de racionalización del gasto en la Administración local de 2013, que define las competencias municipales en este ámbito.

El alcalde recuerda que el viaducto se usó durante 28 años como parte de la carretera convencional N-634 y que desde hace siete funciona como autovía. «É Fomento tanto o titular da infraestructura da ponte en si mesma como da vía de comunicación que sobre ela pasa, que é a Autovía do Cantábrico (A-8)», rubrica.

Según los alcaldes de los municipios más importantes del estuario, la responsabilidad de iluminar las aceras del puente recae en el Estado. Por el viaducto cruzan peatones, pero también ciclistas.

«Teñen que pasar ás escuras, moitas veces con gran perigo, xa que nin o ancho da beirarrúa, que ten escasamente 80 centímetros, nin a disposición da reixa de seguridade, cumpren as mínimas normas de deseño que facilitan unha cómoda e segura circulación», matiza el regidor.

Castropol y Ribadeo han acordado dirigirse conjuntamente a la ministra de Fomento, Ana Pastor, para que «a chamada cordura alumee de novo» e ilumine al fin este tramo.

RÉPLICA . En respuestas anteriores a esta cuestión, Fomento ya había incidido en que no era necesario iluminar un tramo en el que apenas se registran accidentes y que está en línea recta. Sobre el paso de ciclistas, el Estado prefiere hacer la vista gorda porque insiste: «Eso está prohibido, a no ser que la lleven en la mano. Si no, han de rodear el estuario».

Por otro lado, el edil de obras de Castropol, Ramón González, piensa que si además de esta medida municipal, los vecinos recogen firmas, «la petición tendría un efecto bomba». El concejal considera triste que «tenga que haber un accidente o varios para que se tomen las acciones oportunas» y ve como un dispendio lo que se gasta en un pequeño túnel cerca de Tapia.

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