La caseta deL pulpo de Castro Riberas de Lea (Lugo) sigue cerrada en el marco de la primera fase de la desescalada durante el estado de alarma por la crisis sanitaria, mientras alguna pulpeira se plantea preparar el cefalópodo para llevar.
De hecho, una de las tradiciones de la provincia de Lugo es reunirse en Castro Ribeiras de Lea los miércoles para comer el pulpo, disfrutar de su feirón y dar un paseo por el municipio chairego. Pero la degustanción 'in situ' del cefalópodo tendrá que esperar.
En declaraciones a Europa Press, el alcalde de esta localidad, el popular Frascisco Balado, ha afirmado que "por lo menos por ahora no habrá pulpo en las casetas".
No obstante, una pulpeira, según ha explicado el alcalde, "se está pensando instalarse en uno de los bajos cercanos a la plaza para poder servir pulpo para llevar", pero "está en el aire", ha apostillado.
La tradición, no obstante, en la localidad de Castro Ribeiras de Lea es sentarse y comer el pulpo, pero al tratarse de un local "cerrado" se hace inviable que esto se pueda producir "por lo menos hasta la segunda fase de la desescalada", ha comentado Balado.
Lo que sí habrá es feria, puesto que varios puestos, "diez en concreto", ha comentado Balado, se instalarán en la jornada de mañana para vender sus productos. Aunque el alcalde del municipio ha afirmado que "todavía la gente tiene mucha desconfianza" y no acude al feirón. "Todo va a ir muy lento", ha indicado el alcalde popular ya que la gente "casi no sale de casa, solo lo justo y necesario".
