La casa de acogida para mujeres víctimas de violencia de género con enfermedad mental que funciona en Burela como un recurso único en toda España acogió en su primer año de funcionamiento a ocho mujeres, una de ellas acompañada de un menor. Ninguna de ellas tuvo que ser ingresada durante su estancia en el centro y tampoco se han visto afectadas por la Covid, una pandemia que ha obligado a incrementar los recursos en este centro, para el que la Xunta de Galicia ha ampliado el concierto y la dotación presupuestaria.
El balance del primer año de vida de este recurso centró la videoconferencia celebrada entre la secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella, y la directora técnica de la Asociación de Axuda ao Enfermo Mental da Mariña, María José Novoa.
López Abella destacó tras el encuentro "o traballo da organización para prestar asistencia continua ás mulleres con enfermidade mental co obxectivo de lograr a súa rehabilitación psicosocial". Una integración que se está cumpliendo y dos de ellas tuvieron una inserción laboral, lo que es visto como un importante avance en la mejora de las condiciones de vida de estas mujeres, en especial situación de vulnerabilidad.
Las usuarias reciben atención 24 horas diarias los 365 días del año
Precisamente, mejorar su situación personal y social para que tengan una mayor autonomía e independencia es otro de los objetivos por los que apuesta la Secretaría Xeral de Igualdade con la financiación de la casa de acogida, en la que las usuarias reciben atención las 24 horas del día los 365 días del año.
Unas usuarias con las que se han realizado en este primer año 1.075 sesiones de atención psicológica, 167 acompañamientos a trámites médicos, 45 asesoramientos de atención en juzgados y 1.219 trámites administrativos, según consta en el balance presentado por la directora de la asociación A Mariña, quien destaca de manera especial las "cero descompensaciones", es decir, que no haya habido recaídas que necesitaran de ingresos, a lo que suma los cero positivos en Covid, "doble alegría", recalca Novoa.
El cierre del centro psicosocial por la Covid elevó a 3.000 las intervenciones en dos meses
Las usuarias acudían a diario, junto a otras personas con enfermedad mental, al Centro de Rehabilitación Psicosocial e Laboral de Burela. Su cierre como consecuencia de la pandemia llevó a tener que incrementar las intervenciones para las mujeres de la casa de acogida llegando a registrarse cerca de 3.000 intervenciones, desde el 12 de marzo al 15 de marzo. Entre ellas, se encuentran salidas terapéuticas, actividades de ocio, talleres alternativos, atención sanitaria y apoyo psicológico, con intervenciones tanto individuales como colectivas.
La asistencia al centro supone complementar la labor desarrollada en la vivienda con acciones formativas y talleres de autoestima y habilidades sociales, además de compartir el día a día con otros usuarios.
