El camino de Roma a Lugo, ¿tuvo parada en Pol?

El equipo de investigación Romanarmy descubrió en el monte de Ventín, en la parroquia polense de Silva, el mayor campamento militar romano localizado hasta ahora en Galicia

Recreación de un campamento militar romano como el que se pudo haber asentado en el monte de Ventín. CARNUNTUM
photo_camera Recreación de un campamento militar romano como el que se pudo haber asentado en el monte de Ventín. CARNUNTUM

Conocer la presencia militar del Imperio Romano y, en consecuencia, tratar de buscar respuesta a las preguntas que vayan surgiendo en torno a ella, como pueden ser sobre la fundación de ciudades como Lucus Augusti, es el objetivo principal del colectivo científico Romanarmy, cuyo trabajo ha llevado a este grupo a localizar hace casi un año en el municipio de Pol el campamento militar romano de mayor tamaño registrado hasta ahora en toda Galicia y uno de los más grandes del noroeste peninsular.

Con una superficie de 13,55 hectáreas, el yacimiento localizado en el monte de Ventín, en la parroquia de Santiago de Silva, pudo haber sido en su momento un enclave estratégico importante en el objetivo desde Roma de conquistar más territorio. "Entre los siglos I a.C. y I d.C. hay un interés por controlar esta zona y mucha gente moviéndose por ella. En algún momento, estos terrenos pasan a ser parte del Imperio, dentro de las guerras cántabro-astures, pero no sabemos si estos asentamientos son anteriores a la conquista del territorio o posteriores", explica José Manuel Costa-García, de Romanarmy.

Los sucesivos descubrimientos de este tipo de campamentos militares -desde el 2011, identificaron 17 en Galicia- permiten ir consiguiendo "piezas de un puzzle que intentas recomponer", afirma el investigador. En el caso de Pol, se trata de un recinto en forma de naipe irregular, que pudo contar con parapetos de tierra y una empalizada como defensa, y tiendas de campaña en el interior organizadas siguiendo un planeamiento ortogonal.

Se estima que pudo albergar entre 6.600 y 8.600 soldados, lo que sería una legión completa con tropas auxiliares

Por sus grandes dimensiones, sus descubridores estiman que pudo haber albergado entre 6.600 y 8.600 soldados, lo que equivaldría a una legión completa con tropas auxiliares. "No se hacía un área enorme con gente dispersa dentro, sino que las defensas se ajustan a la cantidad de hombres que puede albergar y, en base a otros recintos y estudios, haces la estimación. Y el de Ventín causa un gran impacto visual y genera muchas preguntas sobre qué hace aquí tanta gente", relata Costa.

Además de su tamaño, también sorprendió su situación, en una zona desconocida y a medio camino entre Lugo y otros campamentos localizados en la zona oriental de la provincia, como puede ser el de A Penaparda, en A Fonsagrada.

Su descubrimiento, como muchos otros, fue en parte también fruto de la casualidad. "Ya documentamos yacimientos en Asturias y, al acumularse las evidencias tratando de ver cómo funcionaban, la relación entre ellos, si iban de occidente a oriente o al revés, vas viendo la movilidad de esos territorios. Y llegamos a Galicia", explica José Manuel Costa-García.

Sus descubridores piden medidas de protección ante el "deterioro importante" que sufre

Así, empezaron a plantearse si habría alguna relación con Lugo capital y a explorar "qué habría en medio". Usaron técnicas informáticas y un software en el que incluyendo datos geográficos se señala "el camino más probable de tránsito".

"Fuimos comprobando y ves que esas áreas son calientes. Y en el caso del monte de Ventín fue un poco de casualidad. Ya habíamos procesado toda esa área y un compañero dijo que iba a mirar un poco más hacia el norte, otro kilómetro, antes de acabar, y apareció", recuerda.

Gracias a la combinación de fotografías aéreas y el sistema Lidar, a través del que se realiza un barrido láser del territorio que permite obtener un modelo en tres dimensiones, pudieron comprobar la existencia de restos de la que se supone que fue la defensa del recinto, unas pruebas "poco visibles y difícilmente documentables".

Se encuentra a medio camino entre Lugo y otros campamentos de la zona oriental de la provincia y muy cerca de Viladonga

Y es que el importante estado de deterioro en el que se encuentra el yacimiento es lo que más preocupa al equipo de investigadores de Romanarmy. "El campamento de Ventín es de los que más problemas nos ha dado, por la elevada intervención que tiene en cuanto a aradas, plantaciones y tareas agrícolas. Por lo menos pudimos encontrarlo para documentarlo, en una zona en la que no había aparecido nada antes. Esto, dentro de diez años, sería imposible", asegura.

Por ello, desde Romanarmy quieren poner en valor el campamento militar romano localizado en Pol, para "darlo a conocer y evitar que se deteriore más". "Un campamento es algo temporal, no como un asentamiento como puede ser un castro. Solo tienes las defensas, que son fosos y terraplenes. ¿Pero qué puede quedar después de 2.000 años? De ahí la importancia de imponer medidas de protección", insiste García-Costa.

Mientras se espera por una actuación que permita proteger este yacimiento -"Hay una lista de tareas enorme. Consolidas primero uno y luego vas al siguiente. Además, cada campaña requiere un proyecto previo y mucha burocracia", explica-, solo se pueden hacer conjeturas sobre el objetivo que se perseguía al levantar el campamento militar en el monte de Ventín y cómo influyó su presencia en la zona, ya que se encuentra muy cerca del castro de Viladonga.

"Viladonga ha sido testigo de muchas cosas y ha seguido ahí. Tiene un periodo de ocupación muy largo, seguramente porque se adaptó bien al contexto y a los escenarios que se dieron. Cómo reaccionaron sus habitantes cuando llegan otros, cómo fueron las relaciones, si hubo luchas o acuerdos... Surgen muchas preguntas interesantes", afirma.

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