La pandemia del coronavirus llevó a que el Camino Francés solo recibiera entre julio y septiembre –temporada alta en la ruta jacobea– a una cuarta parte de los peregrinos que habitualmente recorren el itinerario durante estos meses. En el tercer trimestre del año peregrinaron a Santiago de Compostela eligiendo el Camino Francés 21.228 personas frente a las 85.901 que lo hicieron el pasado año.
En el mes de julio discurrieron por esta ruta tan solo 5.326 y en 2019 fueron 27.802. Los datos mejoraron ligeramente en agosto, con 10.446 caminantes, mientras que el pasado ejercicio alcanzaron los 33.089. Ya en septiembre se volvió a vivir un importante descenso, con unas cifras similares a julio: 5.456 frente a los 25.010 del año anterior.
Sarria sigue siendo la localidad elegida para iniciar el Camino Francés por la gran mayoría de los peregrinos. En julio fueron 3.196, en agosto 5.701 y en septiembre 2.713. Esta temporada, a causa del covid, se produjo un gran descenso de los caminantes internacionales. "Houbo máis peregrinos nacionais. Viñeron peregrinos doutros países que viven en España e agora están vindo algúns de Francia, Italia ou Reino Unido", afirma el presidente de la Asociación de Amigos do Camiño na Comarca de Sarria, Jorge López, quien asegura que se echan de menos caminantes procedentes de Estados Unidos, Corea o Canadá.
Con él coincide Miguel Ángel Rodríguez, de la Asociación Galega de Albergues Privados (Agalber), quien explica que a finales de septiembre y principios de este mes hay un "repunte" de extranjeros, si bien son "xente nova, unha media de idade máis baixa que outros anos".
Jorge López explica que recibe consultas por internet de "moitos" peregrinos, quienes se interesan por el estado de la ruta. "Moitos pensan que está pechado o Camiño ao estar os albergues públicos cerrados, pero teñen abertos privados", apunta. El presidente de Amigos do Camiños destaca que los caminantes que se animan a recorrer el itinerario "vanse contentos", pues "disfrutan máis" de la ruta jacobea.
