Calde planta semillas de humanismo

El hospital estrenó un nuevo espacio para los pacientes, cuya terapia incluye talleres a través de los que ayudan a otros enfermos

Trabajadores en el nuevo espacio del hospital. SEBAS SENANDE
photo_camera Trabajadores en el nuevo espacio del hospital. SEBAS SENANDE

El hospital de Calde continúa creciendo y superando las deficiencias que le ha dejado su larga trayectoria. El centro psiquiátrico estrenó este viernes una nueva sala que dará calidad de vida a los internos y presentó las obras de mejora de los espacios verdes de la finca. Las actuaciones fueron posibles por un acuerdo entre la Eoxi de Lugo, Cervo y Monforte de Lemos, la Fundación La Caixa y la Fundación Horto Solidario.

Continúa el "proceso de humanización" en palabras del gerente del área integrada, Ramón Ares, que presentó este viernes la nueva sala para los pacientes junto al director de área de Lugo de La Caixa, José Manuel López López.

El espacio, de 160 metros cuadrados, está situado sobre los antiguos locales de la cafetería y cocina del hospital, que se han habilitado para dar lugar a este nuevo salón. El área de usos múltiples servirá para las actividades de los pacientes y las visitas de sus familiares. Es un lugar en el que destacan los colores claros y relajantes.

Los pacientes participan en las labores del invernadero, allí producen verduras para la cocina y flores para las nuevas madres de Lugo

El espacio incluye nuevas luces, medio audiovisuales, un área de descanso con sofás además de suelo antideslizante. La administración realiza también numerosas obras menores de forma continua para mejorar las instalaciones del hospital psiquiátrico.

ESPACIOS VERDES. Ares también destacó las mejoras que se realizan en el exterior del centro. El hospital de Calde recupera sus zonas verdes para que puedan disfrutarlas los pacientes. Hace tiempo se talaron los árboles enfermos que rodeaban el hospital. "Teníamos problemas de seguridad porque caían ramas", comentó el gerente del área integrada, que añadió que se "dejaba sin luz" a los vecinos porque caían también sobre los cables eléctricos.

Ahora se está volviendo a plantar árboles, pero en esta ocasión se trata de especies autóctonas como el roble y el castaño. Todavía faltan años para que alcancen una altura considerable, pero ya se pueden ver en los alrededores del hospital. "Estamos recuperando toda la zona verde que había ahí", añade Ares, que detalla el trabajo de desbrozado y la recuperación de un estanque para que los pacientes pueda disfrutar de este área.

Los pacientes tienen una relación muy estrecha con la naturaleza. Algunos trabajan en los invernaderos como parte de su terapia, allí producen verduras para la cocina del hospital y flores para las mujeres que dan a luz en el Hula.

También hay otras actividades para los pacientes del centro. "Tenemos talleres con los usuarios en los que hacen cojines terapéuticos para todas las pacientes de cáncer de mama", explica Ares, que concreta en que los cojines sirven para evitar el linfedema.

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