Caballero Bonald defiende la palabra ''contra los desahucios de la razón''

La libertad y la poesía como herramientas para corregir las erratas de la historia o la defensa de la palabra "contra los desahucios de la razón" son las ideas que han estado presentes hoy en el discurso de agradecimiento al Premio Cervantes del escritor José Manuel Caballero Bonald.

Y es que el discurso del poeta, novelista y memorialista gaditano ha sido toda una defensa de la capacidad curativa de la poesía, de "su potencia consoladora frente a los trastornos y desánimos que pueda depararnos la historia", ha subrayado Caballero Bonald, algo nervioso mientras leía su discurso en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, pero firme en sus ideas y planteamientos.

Una firmeza de criterio y rebeldía que ha caracterizado toda su vida y que ha llevado a este escritor, superviviente de la generación de posguerra, la de los cincuenta, a ser considerado un eterno desobediente e insumiso.

Sus inicios como lector y escritor, la poesía que encierra toda la obra de Cervantes y el uso que hizo de la libertad como fecundo condimento literario han sido otros de los temas que ha tratado el autor. Un navegante, un marinero, hoy en tierra, al que por fin después de mucho pelear le ha llegado este gran premio que durante años se le resistía.

La entrega del Premio Cervantes ha sido presidida, por segundo año consecutivo y por la convalecencia del Rey, por los Príncipes de Asturias, quienes han estado acompañados por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.

Wert ha precisado que Caballero Bonald fue "uno de los artífices de la gran renovación poética que llevó a cabo la generación de medio siglo, una pléyade de creadores excepcionales que irrumpió en las letras españolas con la peregrinación a Collioure (Francia) en 1959 para rendir homenaje a Antonio Machado".

Caballero Bonald -ha continuado- añade su nombre al de los grandes de las letras hispánicas por una obra "valiente, duradera y personal", por una poesía "que redime, salva y libera", en la que están presentes las tradiciones culta y popular de "toda la geografía del español", junto con la del modernismo transoceánico, la de la novela latinoamericana o la del cante jondo", según Wert.

Un crisol presente, ha indicado, en la obra de "este andaluz de Jerez, de raíces familiares cubanas y francesas", que constituye uno de los pilares en que se asienta el puente que enlaza a España con Iberoamérica.

El Príncipe Felipe, que ha cerrado el acto de entrega del Premio, ha ensalzado la "palabra libre" de José Manuel Caballero Bonald, y ha alabado su "integridad extrema" y su "lucidez y valentía", considerándole un "referente del rigor literario".

Acompañado de doña Letizia y en presencia de Mariano Rajoy, en el histórico paraninfo de la Universidad, don Felipe ha definido a Caballero Bonald como "un navegante solitario, resistente a las modas y las actitudes gregarias, frente a las cuales ha mantenido un constante desafío de infractor".

"Solo una palabra libre puede sacudir letargos y remover conciencias", ha subrayado en un discurso no solo dedicado a la poderosa vertiente literaria del galardonado, sino también a su compromiso vital porque, ha dicho, "la inquietud, a veces interpretada como disconformidad, ha sido un elemento clave en su trayectoria vital y literaria".

A la ceremonia del Premio Cervantes han acudido, además de las autoridades, la familia de Caballero Bonald: su mujer, Pepa Ramis, con la que lleva 53 años, una mujer que siempre le ha acompañado y que hoy se sentía muy feliz. "Siempre estoy detrás de él, toda la vida y me siento muy orgullosa", ha dicho.

Y también dos de los cinco hijos del escritor (José Manuel y Julia) y tres de sus seis nietos: Agar, Álvaro y Julia. Además de la hermana del autor de "Manual de infractores", María Julia.

Pero la jornada de hoy ha sido una de las citas del Cervantes a la que más escritores y personalidades de la cultura han acudido. Entre ellos, dos premios cervantes: Ana María Matute y Antonio Gamoneda.

También han querido acompañar al poeta, el cantante Miguel Ríos, y los poetas Felipe Benítez Reyes, Benjamín Prado, o Luis Eduardo Aute, además de los escritores y periodistas Fernando Delgado, Nativel Preciados o Miguel Ángel Aguilar,

Un público muy heterogéneo, entre los que también se hallaban los políticos Alfonso Guerra y Carmen Alborch.

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