Un Brexit duro tras ser derrotada May acarrearía movimientos en la flota

El rechazo al pacto de salida del Reino Unido podría implicar, según armadores mariñanos, la vuelta de aranceles y controles sanitarios

Pesqueros de altura amarrados en el puerto de Burela. AMA
photo_camera Pesqueros de altura amarrados en el puerto de Burela. AMA

El Parlamento británico rechazó este martes en una votación histórica el plan de salida del Reino Unido de la UE acordado por Theresa May. Armadores mariñanos con intereses en la zona, sobre todo en el norte de Escocia y sur de Inglaterra, han manifestado su preocupación por lo ocurrido. El no al acuerdo negociado y una apuesta por un Brexit duro supondría su salida inmediata de aguas británicas y pasar a pescar en Irlanda y Francia, ante la falta de un plan de contingencia.

En la actualidad son 90 los barcos habilitados para pescar en aguas Neafc, de los que entre ocho o diez españoles suelen operar en los caladeros citados. No obstante, el rechazo al acuerdo propuesto por Theresa May tendría menos incidencia entre la flota española que en las de países como Francia, Holanda, Bélgica o Alemania, que saldrían bastante más perjudicadas al no poder trabajar en un área relativamente importante del Mar del Norte. Otra de las gravemente afectadas sería la de Irlanda.

La flota inglesa también saldría damnificada, creen los armadores mariñanos, ya que no podría pescar en aguas de la UE. Esto afectaría también a los barcos de capital español con bandera inglesa, unos 20 ahora, obligados también a dejar de pescar en aguas comunitarias.

PIF. A esto hay que sumar los inconvenientes que tendrían los ingleses para vender productos frescos, cuyo arancel podría llegar al 15%, además de estar obligados a cumplir con todas las normas sanitarias, dado que pasarían a ser un tercer país. Esto implicaría un problema considerable a la hora de los controles en los Puntos de Inspección Fronteriza (PIF), que en Galicia se ubican en los puertos de A Coruña, Vilagarcía, Marín y Vigo, amén de los aeropuertos.

Ambas partes consideran que lo mejor sería alcanzar un acuerdo. Desde el Ministerio de Pesca defienden que el acceso a los mercados europeos -el 70% de los productos frescos que exporta Inglaterra tienen como destino la UE- debe condicionarse a la posibilidad de pescar en los caladeros ingleses. Una línea roja que el sector pesquero mariñano cree que debe mantenerse sin concesiones, por lo que demanda que defienda a la flota con bandera española.

Los armadores tampoco descartan la posibilidad de un acuerdo similar al que mantiene Europa con Noruega, en el que a cambio de ventajas arancelarias y controles palangreros españoles pueden pescar en aguas holandesas.

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