Guerra al fraude

Los billetes con las falsificaciones más sofisticadas proceden de Rusia

Cada semana la brigada de la Policía Científica de la comisaría provincial de Lugo suele examinar uno o dos falsos, sobre todo de 20 y 50 euros, los de 500 no se prestan a alteraciones

Fajos de billetes. AEP
photo_camera Fajos de billetes. AEP

Los billetes de 500 se prestan al blanqueo porque como se precisa menos cantidad de divisas para sumar grandes cuantías económicas es más difícil seguir su rastro y para ocultarlos se requieren cajas de seguridad de menor tamaño. Pero no son tan propicios a la falsificación. En la comisaría de la Policía Nacional de Lugo no han tenido ningún caso "en los últimos diez años".

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Las estrellas de la adulteración son los de 20 y 50, e incluso los de 10, porque son más fáciles de colocar. "Cada semana tenemos uno o dos billetes falsos", explican desde la brigada de la Policía Científica de la comisaría provincial.

La explicación es que resulta más complicado colarlo en el mercado porque cuando la víctima recibe un billete de elevado valor es más precavida y suele examinar minuciosamente que sea auténtico, en cambio si es de menor cuantía a lo mejor ni se para a comprobarlo. Además, cuentan con medidas de seguridad más avanzadas.

Los billetes con las falsificaciones más sofisticadas proceden de los países del Este de Europa, sobre todo de Rusia, desde donde operan las principales organizaciones criminales especializadas en alterar papel moneda de euro y de dólar. Si son más simples, su origen es nacional.

Todo el billete está salpicado de medidas de seguridad, desde la tinta o el papel hasta las marcas de agua o la banda plateada
 

Las dos técnicas más utilizadas para falsificar los billetes son la impresión en color, en el caso de las alteraciones más ordinarias, y la off set, las más difíciles de detectar, en la que se emplean máquinas costosísimas.

La Policía Nacional ha tenido que intervenir en Lugo tanto por burdas falsificaciones, como en una ocasión cuando unos menores intentaron colocar una fotocopia en color de un billete de 100, hasta otras más sofisticadas. Es el reciente caso de uno de 50 euros, que hasta reproducía las fibrillas luminiscentes, que solo se detectan con una lámpara de luz violeta, como las que emplean en supermercados u oficinas bancarias. En el papel legítimo estas aparecen distribuidas al azar, mientras que en el alterado era una secuencia repetida por tramos.

"Prácticamente todo el billete tiene medidas de seguridad, desde la tinta o la textura del papel hasta las marcas de agua o la banda plateada", apuntan desde la brigada de la Policía Científica. 

GATO POR LIEBRE. Hay varios elementos que los ciudadanos deben tener en cuenta para que no les metan gato por liebre. El Banco de España advierte de que el proceso de impresión utilizado dota a los billetes de un tacto "inconfundible" y una textura "firme y resistente". Mirando al trasluz se hacen visibles la marca de agua y el hilo de seguridad —en los de 20, 50, 100 y 200 euros también se aprecia el marco con retrato—. La banda plateada muestra un retrato de Europa en una ventana transparente y el número verde esmeralda produce un refl ejo irisado que se desplaza verticalmente.

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