Los benedictinos de Samos instan a la Xunta a devolver la abadía de Leiro

La comunidad reclama en el juzgado que se declare nulo el convenio de cesión de la propiedad porque el monasterio ourensano acabó convirtiéndose en un hotel y un spa

El monasterio de San Clodio, en el municipio ourensano de Leiro EP
photo_camera El monasterio de San Clodio, en el municipio ourensano de Leiro EP

La comunidad benedictina de Samos reclama en el juzgado que la Xunta de Galicia le revierta la propiedad del monasterio de San Clodio, del municipio ourensano de Leiro. La abadía es ahora un hotel y un spa.

Los religiosos cedieron a la administración autonómica en los años 90 el cenobio y el terreno que lo circunda. Se hizo en virtud a un convenio suscrito entre la Xunta, la comunidad samonense, el Obispado de Ourense y el Ayuntamiento de Leiro.

El Diario Oficial de Galicia publicó en diciembre de 1999 el decreto por el que el ente autonómico acepta la cesión de las propiedades y, según figura en el mismo, el inmueble será destinado por la entonces Consellería de Cultura, Comunicación Social y Turismo «a la instalación de servicios dependientes de la Xunta de Galicia». El documento recoge que la Consellería de Economía y Hacienda procederá a la formalización de la cesión en el correspondiente documento público y a la inscripción del bien en el registro de la propiedad a nombre de la comunidad autonóma.

Los benedictinos samonenses demandaron a la Xunta ante el uso que se da a las instalaciones. La intención inicial de la comunidad era que se destinara a un uso de interés social, según señalaron fuentes conocedoras del caso. Por ello, reclamaron en 2017 ante el juzgado que se declare nulo dicho convenio. Figuran como codemandados el Concello de Leiro, el Obispado de Ourense y Hoteles Turísticos Reunidos.

La administración autonómica sacó a licitación la gestión del hotel del monasterio en el 2000. Además de albergar un alojamiento de cuatro estrellas, cuenta con un spa con vinoterapia, el primero de este tipo de Galicia, según se anunció tras abrir sus puertas en agosto del pasado año.

El cenobio, que es Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1931, perteneció desde un primer momento a la orden de San Benito, aunque desde el siglo XIII hasta la exclaustración fue cisterciense. Los benedictinos regresaron a la abadía a finales del XIX, cuando se instalaron religiosos pertenecientes a la comunidad de Samos.

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