Barreras sale del preconcurso in extremis con un acuerdo de refinanciación de la deuda

El astillero remitió el acuerdo con la banca al juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra
Vista de un flotel que Barreras ha construido para Pemex. ARCHIVO
photo_camera Vista de un flotel que Barreras ha construido para Pemex. ARCHIVO

El astillero Hijos de J. Barreras ha dejado oficialmente de estar en situación de preconcurso de acreedores tras cumplirse el plazo máximo de cuatro meses y llegar a un acuerdo de refinanciación con la banca acreedora, con el aval de CESCE, que ha remitido al juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra.

Las empresas auxiliares agrupadas en Uninaval, una plataforma auspiciada por la patronal gallega del metal, Asime, y que aglutinan el 75 % de un deuda de 25 millones de euros, se han comprometido por su parte a no ejercer ese derecho en un plazo de tres meses, que es el tiempo que les ha pedido el astillero.

La dirección de Barreras propuso a las auxiliares, una vez ejecutada la refinanciación y con la posibilidad de retomar la actividad en sus gradas, un calendario de pagos que permita "acompasar el pago de facturas ya emitidas y los trabajos pendientes para finalizar los barcos en construcción".

Está por ver qué hará Pemex, que sigue siendo el accionista mayoritario con un 51 % de los títulos.
La semana pasada el director general de la petrolera estatal mexicana, Octavio Romero, reclamó que el astillero vigués le abone 13 millones de euros, los 5,1 que pagó por las acciones más otros 8 que puso como garantías para construir el Evrima, el mini crucero de lujo de Ritz Carlton a medio hacer en las gradas de Beiramar.

Esta exigencia se contradice con el principio de acuerdo que las partes anunciaron en diciembre, según el cual Ritz Carlton se hacía con el control de Barreras al cederles Pemex y Albacora, que suman el 75 % de los títulos del astillero, sus derechos políticos, sin que ello implique que el consorcio hotelero entre en el accionariado.

Barreras entró en preconcurso a comienzos de octubre, días después de que fueran destituidos el presidente del astillero, José García Costas, y dos altos directivos.

Un mes más tarde, solicitó la disolución judicial de la sociedad y la suspensión del procedimiento por el desfase patrimonial que arrastra, en torno a los 50 millones de euros.

Con esta medida, de carácter reversible si cesaba la causa de la disolución, Barreras se aseguró aplazar la entrada del astillero en concurso de acreedores.

Apenas unos días después, Ritz Carlton anunció que asumía el sobrecoste de la construcción del primer mini crucero de lujo que encargó a Barreras, en torno a 70 millones de euros.

En esa comunicación señalaba también que mantenía el contrato, firmado en mayo de 2019, para la construcción de un buque gemelo al Evrima.

De momento no hay comunicación oficial sobre los otros buques que Barreras tenía en cartera, dos para la naviera noruega Havila y un ferry para la canaria Armas. 

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