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¿Barreiro candidato?

Voces en el PPdeG sugieren que sea alcaldable en Lugo pese a que otros 'fichajes' fracasaron

José Manuel Barreiro. AEP
photo_camera José Manuel Barreiro. AEP

LA BATALLA EMPRENDIDA hace meses por el PPdeG para tratar de recuperar en 2019 todas las alcaldías de las siete grandes ciudades gallegas, que se basa sobre todo en el descrédito a la gestión de los gobiernos de las mareas o del PSOE, tendrá su punto álgido con la nominación de los candidatos, que se prevé se haga oficial antes del próximo verano.

Entretanto, lo que toca, como si de una pretemporada futbolística se tratase, es especular con los posibles fichajes que realicen quienes pretenden optar al título. Si en Ourense se da por seguro que repetirá el exconselleiro Jesús Vázquez, en Santiago y Vigo también puede que vuelvan a intentarlo sus excompañeros en el Gobierno gallego Agustín Hernández y Elena Muñoz, respectivamente, al igual que puede que ocurra en Ferrol con el actual titular de Política Social, José Manuel Rey Varela. Mientras, en A Coruña parece también seguro que la candidata será una conselleira, Beatriz Mato, que ahora dirige Medio Ambiente e Ordenación do Territorio. En Pontevedra, los populares no parecen tenerlo tan claro e incluso encargaron una encuesta telefónica para medir la popularidad de cuatro posibles alcaldables.

Y en Lugo, aunque entre la militancia se da por segura la nominación para el puesto de Ramón Carballo, todavía hay voces dentro del partido que no acaban de ver al subdelegado del Gobierno como el goleador revulsivo para acabar con la sequía de 18 temporadas sin ver la puerta de la alcaldía. Y es que a Carballo, que llegó casi en coche oficial y sin rivales a la dirección del PP local, hay quien no le ve con muchas ganas de cambiar los disciplinados saludos castrenses de los mandos policiales por la vorágine municipal y el agrio debate plenario.

Así las cosas, los más pesimistas del PPdeG apuestan por buscar un alcaldable bregado en mil ligas y que dé esperanzas a una parroquia popular que por si fuera poco está viendo cómo el ascenso demoscópico de Ciudadanos puede también pasarle factura en Lugo. Y si hay un dirigente lucense del PP que en los últimos años ha conseguido jugar la Champions de la política española ese no es otro que el actual portavoz popular en el Senado, José Manuel Barreiro.

Colocado ya en la mesa de las decisiones del PP nacional, la vuelta de Barreiro a la arena local se antoja extemporánea, aunque en política el puesto se gana partido a partido. Sin embargo, en este caso, una alcaldía como la de Lugo no sería un paso atrás para el senador popular, pero el problema es que tampoco tiene garantizado el pasillo de los ganadores. Así lo creyeron quienes en su día pensaron que otros fichajes ganarían sin bajarse del autobús y pusieron a competir con José López Orozco a la exconselleira Manuela López Besteiro o al exalcalde Joaquín García Díez. Fracasaron y vieron cómo los candidatos estrella enfilaban el camino de los vestuarios sin cumplirse el tiempo del mandato. Quizá por eso, pensar en Barreiro como alcaldable no sea más que un runrún de pretemporada.

Ciudadanos se deja querer
El grupo municipal de Ciudadanos está también recibiendo los réditos del éxito de Inés Arrimadas en Cataluña y recibe a diario solicitudes de altas que, debido a un reglamento interno, son sometidas a una cuarentena para su análisis antes de ser admitidas definitivamente. Entre los que acaban de pedir el ingreso hay incluso sorpresas, como ocurre con un exmilitante del PP que luego se pasó al besteirismo.

Mujeres del PSOE al mando
La investidura de Lara Méndez como la primera alcaldesa de Lugo fue la demostración del peso que las mujeres han alcanzado en el PSOE local, donde son mayoría en el gobierno (5 frente a 3 hombres) y cuentan con una diputada en Madrid, Margarita Pérez, y una parlamentaria en Santiago, Concepción Burgo. Además, otra socialista, Ana González Abelleira, acaba de ser elegida como líder del partido en la ciudad.

La RPT de los truenos
El gobierno local parece que quiere retomar el espinoso asunto de la nueva relación de puestos de trabajo (RPT) y lo hace obligado por un auto del Supremo que tumba el cambio realizado para ampliar la jornada de los músicos de la Banda y por las presiones de los sindicatos que quieren que se dé luz verde al documento que negociaron hace un año. Quienes están en contra de esa RPT prometen dar guerra.

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