Balseiro ve una “tomadura de pelo” en la postura del Concello con el auditorio

El delegado territorial apunta que la Xunta de Galicia ha invertido más de veinte millones de euros,
El delegado de la Xunta en Lugo, José Manuel Balseiro. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera El delegado de la Xunta en Lugo, José Manuel Balseiro. VICTORIA RODRÍGUEZ

El delegado territorial de la Xunta de Galicia, José Manuel Balseiro, ha calificado como “una tomadura de pelo” la postura del Ayuntamiento de Lugo en relación con la apertura del nuevo auditorio de la ciudad, cuyas obras están terminadas desde hace más de dos años, al anunciar ahora que pedirá un nuevo informe, un proyecto refundido, por “cambios sustanciales” en el edificio.

Balseiro aseguró que es “lamentable” lo que está haciendo el Ayuntamiento de Lugo para retrasar la recepción de ese edificio, en el que la Xunta de Galicia ha invertido más de veinte millones de euros, porque es “una mentira absoluta que se produjesen cambios sustanciales en el edificio” o “en su diseño, con respecto al proyecto inicial”.

Opina que la alcaldesa le está “tomando el pelo” a la gente de Lugo y se esconde “detrás de un argumento injustificado y falso”, como “es la necesidad de un proyecto refundido que tendrían que validar los servicios municipales”, cuando la realidad es que “no quiere recibir el inmueble y nunca tuvo voluntad de hacerlo”.

Todas las demandas realizadas por el Ayuntamiento fueron, en todo caso, atendidas por la Xunta de Galicia

Desde su punto de vista, el único “cambio sustancial en el proyecto” es que “la Xunta de Galicia ha equipado” el nuevo auditorio ante la negativa del Ayuntamiento a hacerlo”.

En la misma línea, recordó que “este nuevo obstáculo se suma a la lista de “piedras en el camino” que puso el Ayuntamiento a “modo de excusas” para “dilatar la recepción de la obra y retrasar la apertura de esta infraestructura cultural”.

Todas las demandas realizadas por el Ayuntamiento fueron, en todo caso, atendidas por la Xunta de Galicia con “total cooperación y colaboración”, con la única finalidad de “poner cuanto antes en servicio” una “infraestructura cultural de vanguardia”.