Balanceándose sobre el alambre

La parsimonia en la constitución del nuevo Gobierno acarrea el retraso en la ejecución de infraestructuras en la provincia de Lugo
Vista aérea da estación de tren. XESÚS PONTE
photo_camera Vista aérea da estación de tren. XESÚS PONTE

La demora en la constitución del nuevo Ejecutivo central y la posibilidad nada descabellada de que se convoquen otros comicios legislativos para el 10-N están contribuyendo a que los contados proyectos de infraestructuras previstos para la provincia de Lugo aumenten su ya tradicional querencia a retrasarse. Uno de esos proyectos que la inestabilidad política propicia que se balancee sobre el alambre como un funambulista es la ensoñada estación intermodal de la capital lucense, en donde deben convivir en un futuro que no debería ser muy lejano el transporte de viajeros en tren y en autocar.

Hace cuatro meses el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, presentaba en el consistorio lucense el anteproyecto de la intermodal, en el que se tienen que implicar otras dos administraciones, la Xunta de Galicia y el Concello de Lugo. Estimaba entonces que supondrá una inversión global superior a los 30 millones de euros y preveía que el año que viene ya se podrían iniciar las obras de la terminal del ferrocarril, con un coste cercano a los cinco millones. En abril el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) licitaba los servicios de consultoría y asistencia técnica para la redacción de los proyectos básico y de construcción de la estación del tren, con un plazo de ejecución de 15 meses.

¿SE PERDERÁ EL TREN?

La espada de Damocles pende cómo no de nuevo sobre la modernización ferroviaria, que sigue siendo el gran caballo de batalla en materia de infraestructuras en la provincia. Este año se preveían casi 14 millones para la electrificación, renovación y construcción de variantes en la maltrecha línea Monforte- Lugo para adecuarla con vistas a su futura conexión a la alta velocidad. Si la circulación, día sí y día también, se ralentiza en la Autovía del Cantábrico (A-8), a su paso por O Fiouco, entre Abadín y Mondoñedo, debido a las condiciones meteorológicas, la solución a ese mal endémico de la niebla también.

Los Presupuestos Generales del Estado preveían este año una partida de cinco millones de euros para adquirir sistemas antiniebla que remediasen el trastorno que sufren los conductores, sobre todo en verano, cuando más tránsito registra esta autovía. Pero esa propuesta de cuentas anuales fue tumbada en el Congreso, lo que fue uno de los desencadenantes de la convocatoria de elecciones legislativas para el 28-A. Casi tres meses después de esa cita con las urnas todavía no hay fumata blanca, ni se espera.

No solo están en el aire proyectos para esta autovía que vertebra la Cornisa Cantábrica, tampoco se libran los de otras que atraviesan la provincia de Lugo. La A-76, que comunicará Ourense con Ponferrada, contempla la circunvalación de Monforte de Lemos, obra para la que se había presupuestado este año casi medio millón de euros. En A Mariña, además del atraso en la solución de los problemas de O Fiouco, también podrían verse afectadas otras dos infraestructuras, la impresindible rehabilitación del firme de la Nacional 642, una de las alternativas a la A-8, y el tramo de la A-74, entre San Cibrao y Burela.

Los seis proyectos que dependen de la inversión estatal y podrían quedar paralizados.

Los seis proyectos que dependen de la inversión estatal y podrían quedar paralizados.

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