La polémica por el nuevo auditorio de Lugo se ha reavivado este miércoles, después de que el PP criticase que el Concello sigue sin abrirlo tres meses después de su recepción y el gobierno local atribuyese el retraso a las deficiencias en la instalación que debe subsanar.
El grupo municipal popular criticó que, tres meses después de la recepción por parte del Concello de Lugo del nuevo auditorio de la ciudad, todavía "no haya nada hecho" para la apertura y puesta en funcionamiento de estas instalaciones, cuya obra civil lleva años terminada.
El portavoz del PP en el Concello de Lugo, Ramón Carballo, lamentó que transcurridos esos tres meses, el gobierno local ni siquiera haya "chequeado" las instalaciones para poner en funcionamiento una infraestructura cultural que supuso una inversión superior a los 20 millones de euros.
Carballo afirma que "cada día que pasa empeora tanto la situación exterior del edificio, que ofrece una imagen desangelada, como interior, porque la falta de ventilación y de mantenimiento está provocando daños que luego tendremos que pagar todos los lucenses".
El PP acusó a los socios del "bigobierno" de Lugo de ser "unos irresponsables", por "dilatar sine die la apertura del nuevo auditorio", especialmente en "tiempos del covid", porque "es una magnífica infraestructura para controlar el aforo y dar cumplimiento a las medidas sanitarias de seguridad". Carballo le exige al gobierno local que "ponga un plazo y decida un modelo de gestión para esta instalación cultural".
"IMPORTANTES DEFIENCIAS". El gobierno local de Lugo respondió horas después: alegó que está trabajando desde el mes de junio en la apertura del nuevo auditorio pero precisó que antes tendrá que realizar una inversión superior a los 300.000 euros para subsanar "importantes deficiencias" en el edificio.
El bipartito lamentó las "prisas" del Partido Popular por darle uso a esa infraestructura, cuando la Xunta "tardó más de 15 años en entregarla", y lo hizo "con una serie de importantes deficiencias que implican la necesidad de invertir en ella más de 300.000 euros antes de ponerla a funcionar".
Según el Ayuntamiento, el edificio solo dispone de suministro eléctrico de obra, por lo que no ha sido posible "ni siquiera probar los sistemas de climatización, los ascensores, el sistema de seguridad contra incendios, intrusión o ventilación".
Además, "la tardanza en la finalización de las obras y el equipamiento" del edificio han provocado que "la mayor parte de esos dispositivos hayan agotado las garantías de los fabricantes sin haber sido usados". Por ello, "debido a las dimensiones del auditorio", será precisó "la realización de la puesta en marcha de cada una de las instalaciones por parte de empresas especializadas", que se ocupen de verificar "el correcto funcionamiento de las mismas".
Ese proceso ha sido cuantificado en torno a los 230.000 euros, a los que habría que sumar otros 18.000 euros para subsanar otras deficiencias de construcción y más de 66.000 euros para ajardinar y acondicionar la parcela exterior.
