Avistan un oso pardo en Zamora y, por primera vez en dos siglos, en Portugal

El oso pardo avistado puede pertenecer a la subpoblación cantábrica occidental, que cuenta con unos 280 ejemplares

Ejemplar de oso pardo. AEP
photo_camera Ejemplar de oso pardo. AEP

La Junta de Castilla y León ha confirmado la existencia de un ejemplar de oso pardo que se mueve en libertad por la comarca zamorana de Sanabria y la zona limítrofe de Portugal, país en el que no se constataba la presencia de plantígrados en libertad desde hace dos siglos.

El ejemplar ha sido avistado tanto en la localidad zamorana de La Tejera, un pueblo próximo a Portugal y a la provincia de Orense, como en el país vecino, en el que se adentró posteriormente, según ha informado en un comunicado la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora.

El servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta en Zamora ha corroborado el avistamiento del ejemplar en ese pequeño pueblo de 23 habitantes de la Alta Sanabria al constatar los daños que ha causado en un colmenar de la zona.

La administración autonómica alertó de la presencia de este oso a las autoridades portuguesas, que también han confirmado su hallazgo. Se trata de "un ejemplar aislado de oso pardo" hallado en el entorno de La Tejera, una zona montañosa próxima al límite de Zamora con la provincia de Orense y al Parque Natural de Montesinho (Portugal).

A finales de abril se constató la existencia de daños en un colmenar de esa aldea perteneciente al Ayuntamiento de Hermisende, lo que puso en marcha un dispositivo en el que intervino personal de la Junta de Castilla y León de las provincias de Zamora y León. Este operativo y la colaboración de la apicultora afectada han permitido atribuir la autoría de los daños al oso y poner en marcha medidas preventivas para evitar nuevos ataques.

Paralelamente, debido a la cercanía de la frontera portuguesa, se comunicó la presencia del oso al Instituto de Conservación de la Naturaleza de Portugal, por si continuaba su viaje hacia el sur, hecho que finalmente sucedió hace unos días.

Es la primera vez en los últimos dos siglos que se constata de forma fehaciente la presencia de esta especie en el país vecino. El oso pardo avistado puede pertenecer a la subpoblación cantábrica occidental, que cuenta con unos 280 ejemplares.

A juzgar por los indicios detectados, puede ser un adulto en dispersión, en un comportamiento que no es atípico dado que, según los científicos, algunos individuos han recorrido distancias importantes en la cornisa cantábrica que parecen estar ligadas a momentos concretos de su ciclo biológico.

En Castilla y León existe desde 1990 un plan de recuperación de la especie y sus hábitats, y desde entonces se efectúa un seguimiento de las poblaciones existentes y se llevan a cabo actuaciones para su conservación. El Servicio Territorial de Medio Ambiente de Zamora trabajará en colaboración con las autoridades portuguesas en el seguimiento de este ejemplar, que supone un hito para la conservación de la población del oso pardo cantábrico.

La última vez que se dio un hecho similar en la provincia de Zamora fue en 2013, cuando un macho de oso pardo se instaló durante varios meses en los montes cercanos a Vega del Castillo, un anejo del Ayuntamiento zamorano de Espadañedo, próximo al límite provincial con León. En aquel momento ya supuso una sorpresa la presencia de ese ejemplar en libertad por la lejanía a sus zonas habituales de distribución.

El oso pardo (Ursus arctos), mamífero catalogado en peligro de extinción, presenta en España dos poblaciones diferenciadas, una pirenaica y otra cantábrica. Dentro de ésta última se ha constatado dos subpoblaciones separadas geográficamente, la occidental, entre las provincias de Lugo, León y Asturias, en la que en el 2018 se estimaba existían 280 ejemplares, y la oriental, entre Palencia, León, Cantabria y Asturias, con unos 50 individuos.

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