Estábamos acostumbrados a que enfermeras, médicos o personal cualificado de la construcción recibiesen ofertas de trabajo de otros países europeos por la falta de profesionales en esos destinos. Esa carencia se está propagando a otros sectores. Es el caso del transporte de mercancías por carretera. Empresas de Alemania están recurriendo a autoescuelas españolas en busca de conductores profesionales. Los centros de formación vial de la provincia de Lugo tampoco son ajenos a esa demanda laboral.
Los requisitos establecidos son disponer del carné C+E, que habilita para conducir tráileres —cabezas tractoras con remolque o semirremolque—, y hablar alemán o al menos inglés. Algunas firmas de logística llegan a financiar cursos intensivos en Madrid para que los aspirantes aprendan la lengua de este país centroeuropeo. El salario que ofrecen suele ser de entre 2.100 y 2.300 euros brutos mensuales más complementos.
Transportistas consultados consideran que esos sueldos son "insuficientes" para compensar los gastos que supone el traslado a ese país, dado su alto poder adquisitivo y su régimen tributario más exigente.
Aunque las ofertas laborales que están lloviendo son de Alemania, en donde se necesita cubrir miles de puestos de trabajo, "existe una gran demanda a nivel europeo", según afirma la presidenta de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Lugo, Mónica Pérez, quien precisa que este problema también se está produciendo en España. "Como centros de formación especializados en transporte que somos, cada dos por tres nos llaman las empresas", explica.
Los salarios ofertados, de 2.100 a 2.300 euros brutos al mes, son considerados como insuficientes por los transportistas lucenses
Mónica Pérez detalla que a nivel provincial no solo se están buscando chóferes para vehículos pesados, sino también para conducir camiones para empresas de paquetería.
"Disponer de los permisos C y C+E, el CAP y la formación específica para el transporte de mercancías peligrosas es prácticamente una garantía de tener un puesto de trabajo", afirma la presidenta de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Lugo.
ENVEJECIDO. Otro representante de las autoescuelas, Fernando Rois, también considera que hay "un déficit importante de camionero" debido a que la media de edad de estos profesionales es alta y "no se rejuvenece". "Lo aprecio sobre todo en los cursos para el certificado de aptitud profesional (CAP), que tienen que realizar cada cinco años para reciclarse", indica este propietario de autoescuela.
Fernando Rois apunta que esas bolsas de empleo que se ofrecen en Alemania no son solo para conductores de camiones, sino también de autobuses, que aquí precisan obtener el permiso D.
UN PROBLEMA GENERALIZADO. El vicepresidente de la patronal lucense de transporte de mercancías por carretera Tradime, José Fernández, hace hincapié en que esta demanda de personal es "generalizada", como sucede con "la mano de obra cualificada" en otros gremios, como soldadores, gruistas o mecánicos, entre otros. "En el día a día hasta te encuentras con problemas para encontrar un fontanero o un albañil para hacer una reforma en tu casa", pone como ejemplo.
José Fernández coincide también en la apreciación de que la media de edad de los transportistas es alta, pero va más allá en buscar una explicación a esta falta de conductores profesionales y atribuye en parte también esa carencia a que es precisa más formación. "No solo se necesitan conductores, falta la base", dice. El vicepresidente de Tradime aduce además como hándicap para no dar cubierto esa bolsa de empleo que el sector no consigue quitarse de encima el sambenito de que esta es una profesión "muy sacrificada".
"Hay muchos estereotipos, como que se llegan a hacer 14 o 15 horas diarias, cuando existen tacógrafos que certifican que no es posible", puntualiza.
Pero no basta solo con obtener este permiso, además se precisa aprobar el curso del CAP, que consta de 140 horas.
