Autismo, el derecho a pasear

 Raiolas no ha detectado agresiones en Lugo a los niños con permiso para salir y cuestiona la conveniencia de identificarlos para que la gente conozca su situación y que estén protegidos 
Un niño comunicándose mediante un sistema de pictogramas. EP
photo_camera Un niño comunicándose mediante un sistema de pictogramas. EP

Las personas con autismo están entre las que tienen permitido salir a la calle y sus paseos han dado lugar en algunos lugares a situaciones bochornosas, como abucheos de vecinos. En Lugo no se han producido incidentes y las familias están pudiendo sacar a sus hijos con normalidad, aunque no todas lo hacen, explica Inés Flores, presidenta de Raiolas.

Pero la sombra de esos ataques está presente y Flores explica que a todas las familias les ha llegado un vídeo con una propuesta de una maestra en la que sugiere que las personas con autismo salgan a la calle con algún distintivo azul, el color del autismo. "La idea es que lleven un brazalete o una camiseta, para que se identifiquen y de esa forma la gente sepa la razón por la que están en la calle", explica Flores. Se trataría de identificarles porque no hay rasgos físicos que los distingan, apunta.

Pero la idea no gusta a todos, incluida la propia Flores, que cree que es una forma de señalar innecesariamente a las personas.

Lo lógico, dice, es que las personas no saquen la "vena mala" e insulten. Se podría esperar, dice, que si alguien piensa que una persona se salta se salta el confinamiento llame a la Policía, pero que no actúe por su cuenta y que increpe, dice Flores.

En Lugo, dice, por fortuna nadie ha hecho gala de esa "vena mala" y las personas con autismo que lo necesitan pueden salir a la calle. Flores dice que algunos lle van bien el confinamiento y otros necesitan salir, porque la situación les resulta estresante y son personas a las que es muy difícil modificar las rutinas. Las salidas que hacen son, en todo caso, cortas, porque "también hay que protegerles del riesgo del coronavirus", dice Flores.

Para intentar asegurar un mínimo bienestar de los lucenses con autismo, los terapeutas de la asociación Raiolas atienden estos días por Skype o por videollamada. "Hay bastante demanda de atención y muchos padres llaman para pedir pautas para afrontar esta situación", cuenta Flores, que detalla que para los afectados "adaptarse a esta situación, sin previo entrenamiento, está siendo muy estresante".

INGRESOS. De momento no ha habido ingresos de personas con autismo, pero la posibilidad inquieta a las familias, reconoce Flores, que dice que Raiolas ya hizo gestiones con las autoridades sanitarias para que, si se diera el caso, se permitiera que estuvieran acompañados en el hospital. "Parece que lo van a permitir si se da el caso. Es imprescindible, porque además sería imposible que un sanitario pueda comunicarse, por ejemplo, con una persona que no tenga lenguaje oral", explica Flores.

Raiolas, en tanto, se prepara para conmemorar este año el Día del Autismo, el próximo 2 de abril, sin poder salir a la calle para visibilizar la realidad del colectivo. Los actos se trasladarán a la red, ya que ni siquiera se podrá iluminar la muralla de azul.

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