El subdelegado del Gobierno en Lugo, Ramón Carballo, confirmó que el hombre que este martes atracó a punta de pistola la sucursal de Caixa Rural en el municipio lucense de Begonte "tomó las precauciones" necesarias para no dejar huellas dactilares que pudiesen identificarlo en el mobiliario de la entidad bancaria.
Ramón Carballo ratificó a la prensa que, aunque la Guardia Civil buscó ese tipo de prueba en el interior de la sucursal, "no aparecen huellas", porque el atracador, según el testimonio de la directora y de la clienta que estaban en ese momento en el local, "ni tocó el mobiliario" ni siquiera se acercó "a la caja fuerte".
De acuerdo con el testimonio de ambas mujeres, la directora y una clienta que estaba sacando dinero, el atracador era un "varón joven, aunque iba disfrazado de persona mayor"; vestía un pantalón blanco, con una sudadera azul y tapaba su cabeza con una gorra.
Con la amenaza de la pistola que llevaba en la mano -aunque todavía se no se ha podido constatar "fehacientemente" si era de verdad-, las obligó a ambas "a ir a la caja fuerte y a depositar el dinero en una mochila" que él mismo llevaba, de manera que "él no tocó en ningún momento ni el dinero, ni a ningún mueble".
Con el dinero en la mochila, "abandonó el lugar a pie", aunque todo indica que huyó posteriormente en un coche, que o bien el mismo había estacionado en las proximidades o él había alguien esperándole, extremo que trata de comprobar la Guardia Civil con el visionado de otras cámaras de seguridad de la zona y recabando el testimonio de personas que estaban en el entorno de la sucursal a esa hora.
Carballo precisó que la Guardia Civil también está comprobando si el modus operandi coincide con el de otros atracos perpetrados en Galicia.
En todo caso, también quiso recordar que "los últimos seis atracos que hubo en esta provincia fueron aclarados y los responsables están cumpliendo sus penas en prisión".
