Atentos a la cartera

EL ASTILLERO vigués Barreras toma rumbo con la entrada de Pemex. Hay contratación comprometida y hay más en perspectiva. Es laboral y económicamente una excelente noticia para Vigo y para Galicia. Y es, políticamente -la cuestión no estuvo exenta en el campo partidario de polémicas a veces estériles-, un tanto que se apunta el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Si la salida positiva de la operación Pemex concluye con una salida también positiva para el futuro de NCG Banco, el cierre de 2013 habrá dejado un aire de esperanza para este país. ¿Cuál es la salida positiva para NCG Banco? Mantener la sede social y el centro de decisión aquí y asegurar una plantilla que ya ha conocido grandes recortes. Un centro de decisión próximo y una sede en Galicia significa capacidad para la gestión financiera para las empresas asentadas en el país. La falta de transparencia en la subasta o adjudicación de Novagalicia Banco alimenta el pesimismo desde los intereses de Galicia. Algún político gallego confesó que el proceso se está llevando con total transparencia. Quizás hablase de un privilegio que él tiene; quizás se da por satisfecho con nada o, finalmente, quizás opta por no contradecir a lo que el señor Guindos y los intereses de unos pocos decidirán en Madrid. La falta de transparencia empieza por no haber explicado las prisas con NCG Banco, que no son las mismas con Bankia. El centro de decisión y la sede social no es una cuestión de prestigio local o chauvinismo aldeano. Se traduce también en beneficio fiscal para el lugar donde se fija. Galicia ya ha perdido centros de decisión y sedes de importantes empresas que habían nacido aquí. Algunas de esas que se han ido siguen exprimiendo a fondo el beneficio de las ayudas de la administración gallega. No es indiferente económicamente la localización de la sede de una empresa.

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