Atajo de negados

NADA MÁS lejos de mi intención que herir a las personas, pero no cabe excusar la ineptitud de los políticos que con su gestión llevan quince años postergando las obras del maltrecho Plan Paradai, y no merecen otro calificativo que el de un atajo de negados, bien sea por negligencia o por torpeza. No se entiende (o sí) que su única preocupación hubiese sido y siga siendo manipular el embrollo como arma arrojadiza para descalificarse los unos a los otros sin pensar para nada en los ciudadanos, que son los perjudicados, como ocurre ahora retrasando el nuevo puente. ¿Por qué se dilata, por ejemplo, la solicitud de permisos y otros trámites requeridos para ejecutar las obras si saben de sobra que son imprescindibles? Si lo ignoran, lo honesto es que se vayan a casa por incompetentes. Se está viendo que la mayoría de su clase solo reacciona a golpe de las no deseables protestas salvajes, al estilo de Gamonal, pero aquí aún preferimos paños calientes. En cualquier caso, lo menos que puede esperarse es que la urnas pasen factura. ¿Qué otra cosa merecen?

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