Asturias cerró este lunes su conexión por autovía con Galicia tras la puesta en servicio del tramo Otur-Villapedre de la autovía del Cantábrico (A-8), un trazado de 9,3 kilómetros en el que se invirtieron 76,2 millones de euros. El tramo fue inaugurado en un acto que reunió a la ministra de Fomento, Ana Pastor, y al presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández.
Durante los actos, la ministra reiteró el compromiso del ministerio de terminar esta autovía en su totalidad en el 2014. Entre los tramos pendientes quedan dos en la zona de Mondoñedo, en Lugo, que Pastor anunció que se inaugurarán en enero. Varios problemas técnicos retrasaron esta obra, cuya inauguración, según fuentes del ministerio, se pretendía inicialmente hacer coincidir con la del tramo de Otur a Vilapedre.
Pastor añadió que a lo largo del año se inaugurará el tramo Pendueles-Unquera, que conecta Asturias con el límite de Cantabria. Una parte se inaugurará en verano y el resto, a finales de 2014. Será el último tramo de toda esta autovía, que une la frontera francesa con la A-6, en Baamonde (en el municipio lucense de Begonte).
Javier Fernández calificó el tramo abierto este lunes como una infraestructura "troncal y básica" para la región.
Este trecho de autovía discurre en variante de trazado hacia el sur de la antigua carretera N-634, evitando las travesías de las poblaciones de Otur y Villapedre. Existen dos enlaces, uno en cada extremo del tramo, el de Vistalegre y el de Polavieja.
