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Arranca la carrera municipal

Las elecciones del domingo dan pie a los alcaldables a buscar el añorado protagonismo

Lara Méndez, con camiseta pacifista, pasa junto a los ediles del PP en el último pleno. XESÚS PONTE
photo_camera Lara Méndez, con camiseta pacifista, pasa junto a los ediles del PP en el último pleno. XESÚS PONTE

LOS ALCALDABLES han sufrido en el último mes un eclipse mediático que se verá subsanado a partir de este lunes, cuando la resaca electoral del 28-A da paso a una nueva campaña en la que los carteles de los candidatos a la presidencia del Gobierno serán sustituidos por los de quienes optan a sentarse en los sillones de las alcaldías.

El solapamiento de unas elecciones con otras solo benefició a los regidores, que continuaron su labor de gobierno y venta de logros mientras los aspirantes al cargo tuvieron que ceder su espacio político a los candidatos nacionales. Por ello, quienes aspiran a arrebatar los bastones de mando municipal tendrán a partir del lunes apenas un mes para tratar de cambiar el chip del electorado y recordarle que son una alternativa al proyecto vigente.

En este contexto, la alcaldesa socialista Lara Méndez también ha sido una de las grandes beneficiadas por la decisión de Pedro Sánchez de adelantar las generales, ya que durante las últimas semanas el ciudadano ha estado más pendiente del futuro del país que de los problemas que afectan a su municipio. Además, la incorporación de remanente presupuestario de 2018 ha servido para reactivar contratos de obras pendientes de fondos, mientras el conflicto con el personal parece haberse atenuado y solo las pancartas de los bomberos durante el último pleno han ayudado a recordar las carencias de efectivos que arrastran ese y otros servicios municipales.

Hay quien cree que a un alcalde no le ganan unas elecciones, sino que en todo caso es él quien las pierde y, partiendo de esta premisa, Lara Méndez es consciente de la ventaja con la que sale para tratar de revalidar el cargo. Además, el hecho de que el 26-M serán trece las candidaturas contendientes en Lugo, fragmentará más el voto, por lo que el principal objetivo de la socialista será intentar quedar por delante del PP, ganador en los comicios de 2015. De conseguirlo, la candidata del PSOE tendría todas las papeletas para salir elegida alcaldesa en la votación y no tendría siquiera que negociar apoyos para la investidura.

Pero antes de que llegue ese momento, los trece alcaldables tendrán cuatro semanas para darse a conocer y buscar al electorado indeciso. Sobre todo aquellos que llegaron en el último momento, como el exconcejal Xosé Chorén, que tratará de hacer valer la marca Lugonovo y su condición de tercera fuerza más votada en los pasados comicios. También deberá afianzar el popular Ramón Carballo su papel de alternativa a 20 años de gobiernos socialistas, mientras que el nacionalista Rubén Arroxo podrá recobrar el protagonismo que en las últimas semanas tuvo que ceder a su compañera de grupo, Maite Ferreiro, que encabeza la lista del BNG al Congreso por Lugo. Lo mismo le ocurrirá a Olga Louzao, de Cs, que podrá dedicar todos los esfuerzos de un partido con medios limitados a intentar convertirse en fuerza decisiva a la hora de elegir a quien ocupará el sillón de la alcaldía.

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