La Cova dos Mouros de Baleira sigue arrojando nuevas muestras que certifican su gran valor. Un grupo de arqueólogos se afana estos días por dar luz al conjunto y recientemente ha identificado que uno de los once paneles pictóricos rupestres con motivos esquemáticos que decoran las paredes es un grabado antropomorfo en relieve, un ejemplo casi único en la Península.
"Trátase dunha mostra de gran importancia, pois combina o debuxo co gravado e pódese identificar a unha persoa cos brazos levantados", explica el arqueólogo Carlos Rellón, que dirige la excavación en la que participan otros tres expertos de la USC, de la Universidad de Alcalá de Henares y de la Escola Superior de Conservación e Restauración de Bens Culturais de Galicia (Pontevedra). Esta muestra -al igual que las otras diez- es de color rojizo porque fue realizada con ocre, óxido hierro. "A problemática de usar este pigmento e non o carbón negro é que se dilúe con maior facilidade se entra en contacto coa auga e é moito máis difícil de datar", precisa el técnico.
Los arqueólogos señalan que los estudios realizados concluyen que las pinturas pueden ser un ejemplo único de la historiografía en Galicia, denominadas esquemáticas, "cunha cronoloxía que se sitúa entre o ano 5.000 e o 1.000 antes de Cristo, entre o Neolítico e a Idade de Bronce", precisan.
El equipo, coordinado por el catedrático de Prehistoria Ramón Fábregas Valcarce, lleva dos semanas realizando el trabajo de campo en la gruta y ha encontrado además restos de cerámica, herramientas o huesos que una vez trasladados al laboratorio y analizados servirán para ayudar a determinar la naturaleza de la cueva y en qué momento estuvo ocupada. "Polo momento non podemos saber se os ósos son de humanos ou de animais, atópanse bastante deteriorados e veremos se as análises o poden desvelar", precisa Rellón.
POSIBLE ENTERRAMIENTO. La Cova dos Mouros está situada en A Fontaneira, en la cima del Monte das Penas, a unos 867 metros de altitud, y tiene 20 metros de profundidad. Los expertos resaltan su importancia y señalan que es un ejemplo casi único en Galicia que podría estar vinculado a rituales funerarios. "Este tipo de covas en moitos puntos da Península soen estar asociadas a enterramentos. O que facían era aproveitar un dolmen natural onde enterraban os defuntos e despois debuxaban nas paredes estas pinturas como se fosen unha ofrenda", dicen los arqueólogos, que puntualizan que en la cavidad podrían encontrarse vestigios de varias épocas. "Soe ser común que tempo despois de empregarse a gruta como sepulcro fose habitada e se fixese vida dentro", añaden.
Los restos encontrados por los expertos ayudarán a dilucidar todos estos interrogantes. Los trabajos consistieron además en realizar sondeos en tres sectores de la gruta y un levantamiento topográfico tridimensional georreferenciado de gran resolución del interior y entrada de la cavidad mediante técnicas láser.
SONDEO Y CONSOLIDACIÓN. Una vez finalizado el trabajo de campo, en el que ya se han removido más de 50 kilogramos de tierra, tocará analizar minuciosamente en el laboratorio todos los restos encontrados. Los arqueólogos proyectan también realizar una prospección del entorno con la finalidad de documentar posibles nuevas cavidades en las que pudiesen existir restos de pinturas similares a las ya documentadas. Se prevé asimismo realizar en verano labores de consolidación de los paneles pictóricos para evitar que se sigan deteriorando y ofrecer una charla informativa para dar a conocer a los vecinos los resultados de las excavaciones.
El delegado territorial de la Xunta, José Manuel Balseiro, acompañado por técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio supervisó este jueves la excavación que se está llevando a cabo en la gruta de Baleira. El responsable autonómico recordó que la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria invierte 21.000 euros en esta intervención.
