Armadores mariñanos sienten "tranquilidade" por el principio de acuerdo del Brexit

El sector califica como "positivos" los avances para la salida ordenada del Reino Unido. La metalurgia prepara sus opciones y áreas estratégicas como la vitivinícola confían en no verse afectadas
Barcos de Gran Sol, de regreso de marea para la venta en Celeiro. D. V
photo_camera Barcos de Gran Sol, de regreso de marea para la venta en Celeiro. D. V.

A pesar de que tenían ya todas las coordenadas marinas e instrucciones a bordo para abandonar aguas británicas el 31 de octubre, los patrones y armadores mariñanos ven con alivio el principio de acuerdo alcanzado entre la UE y el Reino Unido para una salida ordenada de los británicos. "Isto é positivo, aporta tranquilidade ao sector porque responde sen demasiados cambios ao que se pactou", señala Sergio López García, gerente de la OPP-7 Lugo. Insiste en la importancia de que el acuerdo sea ratificado primero por los Comunes británicos el sábado y posteriormente por el Consejo Europeo y de urgencia por los parlamentos nacionales pero la pesca lucense respira aliviada.

López indica que todo debería transcurrir ahora por los cauces previstos que prevén una transición de 14 meses y una negociación de cuotas y TAC en diciembre donde Reino Unido estará como observadora y recibirá su porcentaje de cupos, como hasta ahora. No cabría entonces una autoasignación de cuotas ni la expulsión de barcos comunitarios de las aguas inglesas, algo que se veía venir: "Informamos á frota de Gran Sol de que se non había acordo debían deixar de pescar en augas británicas e situarse alomenos unhas cinco millas por fóra, pois ameazaban con apresamentos", confirma López.

Barcos de Celeiro y Burela pescan sobre todo en aguas irlandesas pero también en Escocia y en caladeros que tocan aguas de Gales, aparte que el transporte de pescado por carretera desde Irlanda por el Canal de la Mancha podría verse muy entorpecido. En principio, ahora parece despejado el primer escollo. Una salida sin acuerdo preocupaba a los 130 buques que faenan en Gran Sol y Malvinas y a sus 1.700 tripulantes, sin olvidar a todos los eslabones de la cadena comercial. Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), dice que es muy difícil hacer planes de contingencia en un sector hiperregulado, implica que tenemos que pescar en una determinada zona y determinadas especies.

"Los 1.700 puestos de trabajo a bordo de los barcos pueden estar en riesgo"

La situación de las pequeñas y medianas empresas (pymes) también es objeto de preocupación. "Una gran empresa puede aplicar planes de contingencia que suponen importantes gastos jurídicos, fiscales, laborales..., pero para las pymes es más complicado, sobre todo para aquellas que están acostumbradas a trabajar dentro del mercado único como estaba hasta ahora Reino Unido", explica. Las consecuencias en el empleo son las que generan más temor. "Los 1.700 puestos de trabajo a bordo de los barcos pueden estar en riesgo y por cada puesto de trabajo a bordo de un barco representa 4,5 puestos de trabajo en tierra", destaca Touza, quien confía en "la posibilidad de, al menos, establecer un mecanismo transitorio para la resolución de la controversia".

COCHES Y METAL. Otro de los sectores que se vería seriamente afectado por un Brexit duro es el de la automoción, uno de los motores de la economía gallega, ya que, según datos del Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (CEAGA) de 2018, da empleo a 22.300 trabajadores, principalmente en la comarca viguesa. Es un 13% del empleo industrial de Galicia. Por sus vínculos con la automoción, también el sector metalúrgico está pendiente de la salida de Reino Unido de la UE. "Desde el sector industrial gallego vivimos con preocupación esta situación —señala Enrique Mallón, secretario general de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Asime)—. Con otras guerras comerciales internacionales es una de nuestras principales preocupaciones. De todos modos —precisa—, estamos preparándonos y, sea cual sea el final, la industria del metal gallego tendrá opciones para paliar las posibles consecuencias negativas".

El principal temor del sector metalúrgico "es que tanto las empresas británicas como las gallegas puedan comenzar a involucrarse más en otros mercados dejando relegado al mercado británico, lo cual —recalca Mallón— no sería bueno para nadie". Por ello, destaca que "las administraciones públicas y las empresas y organizaciones empresariales llevamos meses trabajando ante la posibilidad del Brexit duro". Esta preparación les permite confiar en que no haya consecuencias relevantes para la vida económica y social de los gallegos".

Respecto a los planes de contingencia, apunta que "las empresas de Asime están diseñando planes especialmente en el ámbito comercial y jurídico. Creemos que hay un buen asesoramiento y gracias a la profesionalización de nuestras empresas exportadoras sabremos cómo actuar. De todos modos, subraya, no debemos confiarnos y hay que intentar que finalmente el Brexit sea razonablemente suave. Teniendo en cuenta que desde nuestro punto de vista uno de los principales perjudicados será el propio mercado británico".

AGRICULTURA Y GANADERÍA. El sector agroalimentario también sufrirá las consecuencias de una salida sin acuerdo. Así, el Reino Unido es el quinto país de destino de las exportaciones agroalimentarias españolas. El aceite, las frutas y hortalizas procedentes de Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana conforman el grueso de las exportaciones, por lo que los agricultores gallegos en general no se verían tan afectados.

No obstante, Román Santalla, histórico sindicalista de Unións Agrarias (UU. AA.) en el Deza, manifiestaba su preocupación por una salida a las bravas que "non beneficia nada e aínda que en Galicia non teña un grande impacto directo o efecto triangular acábanos afectando". "Un Brexit duro para nós sería un elemento de preocupación porque as formas van trastocar unha relación normalizada despois de tantos anos. Eu quero ser ben pensado e entender que as relacións comerciais vanse seguir mantendo, alomenos, nun primeiro momento e, a partir de aí, nunha segunda fase, nós esperamos que se manteña unha relación de preferencia".

SECTOR VITIVINÍCOLA. El vino tiene importantes conexiones comerciales con el mercado británico. Así, en 2018 la Denominación de Orixe Rías Baixas vendió 1.465.879 litros a Reino Unido, convirtiéndose en el segundo destino internacional de sus caldos, solo superado por Estados Unidos. Este dato confirma que las ventas en Reino Unido se consolidaron a pesar de la incertidumbre que genera el Brexit. Por eso, desde la DO Rías Baixas no lo viven con excesiva preocupación, ya que confían en que el consumidor inglés, acostumbrado a beber buen vino, siga haciéndolo aunque aumente su precio.

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