Archivan la causa por el naufragio del pesquero 'Mar de Marín'

El Juzgado de Instrucción 7 de Vigo ha archivado la causa abierta por el naufragio del pesquero Mar de Marín en el que fallecieron cuatro de sus diez tripulantes mientras uno sigue desaparecido, tras colisionar contra el mercante Baltic Breeze en la Ría de Vigo en la madrugada del pasado 1 de abril.

La magistrada Carmen García Campos ha tomado esta decisión, de la que han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, tras escuchar las declaraciones de las tripulaciones de ambas embarcaciones y analizar los datos del sistema de identificación automática (AIS) y del registrador de datos de travesía (VDR), lo que popularmente se conoce como caja negra, del Baltic Breeze.

La jueza decreta el sobreseimiento provisional y archivo de la causa sin perjuicio de las acciones civiles que puedan corresponder a los perjudicados.

En su auto, la magistrada sostiene que no cabe apreciar en el capitán del Baltic Breeze, a quien tomó declaración en calidad de imputado, imprudencia alguna, ni grave ni leve, que pueda calificarse de penalmente relevante.

De las actuaciones practicadas concluye que el accidente se debió a una maniobra que, "aunque fuese realizada por el patrón del Mar de Marín en la creencia de ser correcta, a todas luces no lo era". La jueza tiene en cuenta además que "se le advirtió" al capitán del pesquero, por parte de Capitanía Marítima, de que su maniobra, cruzarse en la línea de navegación del mercante, "no era correcta" y de que "la debía rectificar", algo que no hizo y que generó "un riesgo de colisión grave e inminente".

Sostiene que fue el pesquero "el exclusivo creador del riesgo jurídicamente desaprobado" al interponerse en la trayectoria del mercante cuando se hallaba a escasa distancia del mismo. Es decir, que "la imprudencia" del patrón del Mar de Marín "es de tal entidad cuantitativa y cualitativa" que la colisión entre las dos embarcaciones no se habría producido "en ningún caso" de no haber tenido lugar la misma. Así pues, considera la jueza en su auto, "no es posible apreciar" en el capitán del mercante "imprudencia alguna, cuando menos penalmente relevante".

Abunda la magistrada en que el Baltic Breeze entró en el dispositivo de separación del tráfico de la Ría de Vigo de forma correcta y lo continuó haciendo hasta el momento de la colisión y en que la Policía Judicial de la Guardia Civil no apreció "el menor indicio" de una deficiencia o anomalía en sus luces de navegación.

Una hipótesis que apuntó uno de los tripulantes supervivientes del Mar de Marín, Juan Ramón Santiago Torres, quien declaró a la jueza que un foco encendido en el costado del mercante pudo confundir al patrón del pesquero que, por este motivo, pudo haber realizado una maniobra "extraña" que provocó la colisión.

La jueza también concluye que la velocidad que llevaba el Baltic Breeze era "correcta", según señaló a la Guardia Civil un empleado del centro de coordinación de Salvamento Marítimo.

El capitán, el segundo oficial y el vigía del mercante, que en la madrugada del 1 de abril se dirigía al puerto de Vigo a cargar coches para trasladarlos a Argelia, declararon en sede judicial que el buque redujo la velocidad antes de abordar al Mar de Marín al percatarse de que había riesgo de colisión. Asimismo, indicaron que no les dio tiempo de maniobrar cuando vieron que el pesquero se interponía en su camino, y que entre las medidas que adoptaron, una fue reducir la velocidad.

Las otras medidas fueron hacer señales sonoras y luminosas, pero no aquellas que están indicadas en el reglamento de navegación para prevenir abordajes.

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