"Aquí, en el patio, nos llamaban a los quintos por lista y nos daban un saco"

Gonzalo Lage volvió al cuartel de San Fernando casi 60 años después de hacer la mili

Era el turno de las doce y Gonzalo Lage fue uno de los primeros en entrar en el cuartel de San Fernando en la visita guiada organizada por el Concello y rápidamente se dirigió al patio. Allí se detuvo. Todavía no había entrado el resto del grupo ni el guía, Benigno Jáuregui, director gerente de Evislusa. Gonzalo observaba de arriba a abajo los muros y los arcos del cuartel de San Fernando. El mismo que hace casi 60 años quedó grabado en su retina cuando allí, en aquel patio, se agolpaba entre otros muchos mozos de su quinta para ser llamado a filas y hacer la mili. En su caso, en Garabolos.

"Eran otros tiempos. ¡Es increíble lo abandonado que está ahora! Este era un gran edificio y aquí, en el patio, era donde nos llamaban a los quintos por lista y nos daban un saco. Yo tuve suerte: me tocó Garabolos. Era el año 1962, ya llovió desde entonces. Pero ahora el abandono es total", se lamentaba este lunes Gonzalo Lage, nada más entrar en el edificio.

Lo cierto es que este antiguo quinto se acercó hasta el cuartel por sorpresa. Gonzalo Lage lleva ahora vida de jubilado y durante su lectura matinal de El Progreso, en la obra social de Abanca, vio que el Ayuntamiento abría las puertas del cuartel y la nostalgia se le echó encima.

"Estaba sin hacer nada y no me lo pensé dos veces en cuanto lo leí en el periódico. Me picó la curiosidad y dije: 'Voy a ver qué hay'. Es una pena que esto se deje deteriorar. En su día, este cuartel estaba muy bien, era un buen edificio", aseguró Gonzalo, que está de acuerdo en que se restaure el cuartel pero propone, a cambio, que se haga una residencia de mayores y no un museo.

Fue un hospital y cuartel, ejemplo de la arquitectura neoclásica, que ahora es víctima de los excrementos de palomas

Benigno Jáuregui, director gerente de Evislusa, fue el redactor de la memoria del edificio y, a medio camino entre la arquitectura y la historia, explica, apoyándose en paneles y planos, el devenir del cuartel que comenzó siendo un hospital con plazas para 440 militares. "A primeira idea de facer este edificio xurdiu xa en 1749 cando se expón, nunha carta ao marqués da Ensenada, a necesidade de facer un hospital para militares en Lugo. Pero o proxecto en si non se fixo ata 1779 e foi en 1790 cando se acabou de construír a primeira fase do edificio e cando se empezou a usar como hospital militar", comentó el guía.

Para emplazar ahí el hospital y posterior cuartel se tuvieron en cuenta varias cuestiones: su proximidad al hospital de San Bartolomé, en el actual colegio de A Milagrosa, y a la carretera de A Coruña, "por donde entraban los heridos", afirmó el guía.

PALOMAS. La existencia de cristales rotos en las ventanas está propiciando la entrada de palomas en este edificio, catalogado como Bien de Interés Cultural en 2009. Estas aves son una auténtica amenaza para el cuartel. "A auga e as pombas, cos seus excrementos, están a causar un gran deterioro neste edificio que, con estes arcos aplanados e de medio punto, é un exemplo da arquitectura neoclásica dictada na época por Sabatini", dijo el guía, haciendo referencia al autor de la Puerta de Alcalá y también del Palacio Real de Madrid.

[La barbería donde los quintos más rezagados se cortaban el pelo cuando eran llamados a filas. XESÚS PONTE]

La barbería donde los quintos más rezagados se cortaban el pelo. XESÚS PONTE

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