Aprendizaje a dos bandas

Los auxiliares de conversación ya no son solo nativos de habla inglesa. Países como Bulgaria y Hungría aportan lectores tras gestionar su incorporación hace tres años a estos programas, dentro de los que recaló en Viveiro la búlgara Boriana Toteva.
Boriana Toteva, junto al estanque del parque vivariense Pernas Peón. ANTÍA
photo_camera Boriana Toteva, junto al estanque del parque vivariense Pernas Peón­. ANTÍA

Hablar y repetir las palabras del idioma que se estudia facilita el aprendizaje, indica la auxiliar de conversación búlgara Boriana Toteva, de 48 años y natural de Ruse, que recaló este curso en el colegio Santa Rita de Galdo, en Viveiro, dentro de los programas de intercambio que gestiona la Xunta para fomentar el conocimiento de lenguas extranjeras.

Estos programas se nutrían tradicionalmente de nativos de habla inglesa, pero los habitantes de los países europeos del este tienen una especial facilidad para el aprendizaje de idiomas, algo que se atribuye sobre todo a los que pertenecen a la familia de lenguas eslavas, como Polonia, Serbia o Rusia. Hecho que se atribuye a que tienen un sistema de sonidos más universal, de lo que "no hay evidencia científica", dice Toteva. Esa alta competencia motivó que desde la embajada española en Bulgaria, durante la estancia del vivariense César Aja, se propusiese que pudiesen participar en el programa. Por ello, Boriana le agradece esta oportunidad.

Es la primera vez en la historia que una consejería de un país de habla no inglesa participa en el programa y que una de las profesionales que se acogió al mismo recaló en Viveiro. Los lectores imparten 12 horas de clase bajo la coordinación de un docente, en este caso María Pernas, a la que apoya Boriana en las clases de inglés, igual que sucede con Javier Freán, el otro profesor de lengua inglesa en el colegio de Galdo. Además perciben una beca de unos 700 euros y tienen seguro sanitario de su país como desplazados.

Boriana Toteva: "Los pequeños tienen una capacidad innata para imitar los sonidos, da igual donde nacen"

Boriana piensa que los escolares pueden coger confianza si ven que una persona de otro país habla bien el inglés. Recuerda que la primera vez que pisó Inglaterra tenía 33 años y cuando llegó a Manchester pensaba: "Y si no me entienden, era mi inquietud".

Sobre sus alumnos vivarienses dice que "son niños de primaria y, aunque al principio nos dijeron que no supiesen que hablábamos español, es mejor que te entiendan, les explico para que repitan y les contesto en inglés. Los pequeños tienen una capacidad innata para imitar los sonidos, da igual donde nacen. Hay que ir poco a poco y repetir muchas veces. En Europa ahora es tendencia empezar a estudiar idiomas con 4 o 5 años para acostumbrar el oído a los sonidos y despertar la curiosidad de aprender otro idioma".

Esta auxiliar búlgara es licenciada en Filología Inglesa, trabajó como profesora al salir de la universidad y después enfocó su carrera hacia la traducción desde que Bulgaria entró en la Unión Europea. "Es un trabajo estable, pero sin horarios, porque hay que entregar los textos en la fecha solicitada", explica.

La importancia de vivir donde se habla el idioma
Boriana Toteva alaba el programa de auxiliar de conversación. "Es bueno para la gente que quiere aprender español y tiene buen nivel de inglés, ya que tienes la posibilidad de vivir en el país donde se habla el propio idioma, y así cuesta menor aprender".

600 lectores
Son los que comparten este curso, llegados de diferentes países, sus conocimientos sobre varios idiomas con alumnos de la comunidad gallega. En Bulgaria también estudian español desde hace 20 años y son las clases que se llenan antes debido al gran interés.

 

DESCONEXIÓN. Cuando supo del programa pensó que habría limitación de acceso por la edad, pero después supo que se puede participar hasta los 60 años. "Saber que puedo hacerlo más veces me viene muy bien", subraya. Ella se anotó tras años de trabajo "con mucho estrés y un ritmo alto" como una forma de desconexión temporal o workout, porque "llega un momento en que quieres dejarlo todo y empezar de nuevo. Mi idea era salir un año, alejarme de todo físicamente".

Ese deseo la llevó en primer lugar a enfocarse hacia el ámbito educativo, que experimentó muchos cambios en los últimos años con la introducción de las nuevas tecnologías. Así, hizo sustituciones hasta que decidió participar en este programa.

"Por aquí hay tantas cosas que ver, que los ocho meses de estancia son poco tiempo", señala

Boriana Toteva jugaba con ventaja al haber vivido hace 16 años con su familia durante año y medio en Ponferrada. Entonces aprendió algo de español para integrarse y había pasado por Viveiro, de la que solo recordaba las galerías de los balcones que miran a la ría. Ahora asegura que "me emociona más hablar en español, ya que el inglés lo relaciono más con los estudios y el trabajo".

La lectora asegura que le gusta Galicia, donde se siente a gusto y feliz porque "la gente es abierta y no tengo que hacer esfuerzo para relacionarme". Sin embargo, reconoce la dificultad de salir de Viveiro sin coche, aunque el tren de Feve ha facilitado que visitase ya otras localidades del entorno, como Foz, Ribadeo, O Barqueiro o Ferrol.

"Vine con la idea de viajar algo hacia Inglaterra, pero me di cuenta de que por aquí hay tantas cosas que ver, que los ocho meses de estancia son poco tiempo".

"En la primera época del socialismo era difícil viajar fuera de Bulgaria"
Boriana Toteva, que vivió la primera época del socialismo en Bulgaria, recuerda que entonces "era muy difícil viajar fuera, solo podías salir con mucho esfuerzo". Ella siempre tuvo la aspiración de viajar a un país en que hablasen inglés para practicar el idioma que había estudiado. Por eso cree que el programa de los auxiliares de conversación "está muy bien pensado, solo los españoles pueden inventar una cosa así, dar la oportunidad de aprender un idioma y contribuir con tus conocimientos y experiencia", recalca.

La profesora destaca que esta iniciativa permite conocer mejor España y que los españoles que no viajan puedan relacionarse con gente de otros países. Boriana comenta que pese a la fama de que se habla mal el inglés ha encontrado "mucha gente con buen nivel". Ve a los españoles con confianza en sí mismos y por eso no se explica "que tengan ese miedo con el inglés, tampoco es tan diferente, salvo que no se lee como se escribe". Cree que para los niños puede ser más fácil por la teoría de la gramática universal "que todos tenemos en el ADN".

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