Los vecinos de Muras se encontraron este miércoles un pastor alemán devorado por el lobo en la carretera de Carelle, cerca del lugar de Cabeceira, hacia Roupar, y a escasos 50 metros de las casas. El animal, del que apenas quedaba solo la cabeza, pertenecía a una familia que perdió en menos de un año dos perros por ataques de fauna salvaje, tres si echan la vista un poco más atrás.
"Quédalles un e vano ter que ter preso", explica la nuera de los dueños del perro, un matrimonio que siempre vivió en el mismo lugar y que sufre cada vez con más frecuencia los ataques de la fauna salvaje. "Era o can gardián da casa e xa é a terceira vez que pasa. Imos ter que tomar medidas porque xa dá medo saír pasear. Os meus sogros viven sós e os animais salvaxes cada vez se achegan máis. Esto foi na propia carretera", indica la nuera de los dueños de un animal que estaba "moi ben coidado e educado".
Los vecinos que encontraron al animal a primera hora de la mañana —el ataque tuvo que ser de madrugada— y que aún no sabían quién eran los dueños, mostraron su "sensación de medo, impotencia e desprotección" ante ataques que cada vez son más cerca de sus casas. "Isto é un perigo máximo porque un día pilla a unha persoa", decía uno, mientras hablaban sobre posibles causas como la despoblación o los incendios que arrasan los montes.
"Cada vez os lobos están máis preto das casas e seguimos denunciando o mesmo, que hai que facer algo e que se teñen que implicar todos os actores políticos. Isto é unha barbaridade porque os ataques son continuos. Se non é un día é outro. E este era un can de casa", expresó el teniente de alcalde, Mario Rouco.
El Concello de Muras solicitó reuniones con Medio Rural para tratar de buscar soluciones a las pérdidas causadas por el lobo y para crear líneas de ayudas para compensar a los ganaderos. Además, el gobierno de Manuel Requeijo secundó la manifestación convocada el día 8 en Santiago.