Director General Corporativo de Corporación Hijos de Rivera S.L.

Antonio Castelo: "En 23 años no he encontrado a nadie que le ponga pegas a la calidad de nuestra cerveza"

Este portomarinense nada mediático trabaja codo con codo con Ignacio Rivera en la gestión de la compañía dueña de Estrella Galicia. Aterrizó en el grupo hace más de dos décadas y participó en su exitosa expansión. Dejó su tierra natal por A Coruña en el 75, pero siempre que puede vuelve a su origen. Allí tiene a la familia y, en Lugo, "muy buenos amigos"
Antonio Castelo, en las instalaciones de Estrella Galicia en A Grela. EP
photo_camera Antonio Castelo, en las instalaciones de Estrella Galicia en A Grela. EP

DEJÓ PORTOMARÍN cuando era un chaval para formarse y jugar al fútbol y lo acabó fichando años después una de las grandes empresas gallegas. Antonio Castelo destaca entre los principales aprendizajes de su trayectoria en Hijos de Rivera que "cuando uno tiene un buen producto es muchísimo más fácil venderlo". Con esa "ventaja", la compañía seguirá adelante con sus proyectos de crecimiento pese al impacto de la pandemia. Su director general corporativo augura un 2021 "complicado" y confía en que "en algún momento de 2022 empecemos a recuperarnos".

¿Qué llevó a un lucense de Portomarín a entrar a formar parte del equipo de Hijos de Rivera?
Llegué a la ciudad de A Coruña en el año 75 porque vine a estudiar y a jugar en el Fabril, y aquí me quedé. Formé mi familia y tuve diversas dedicaciones profesionales, primero en el ámbito de la hostelería y después en la empresa de zumos y vinos García Carrión, hasta que llegó mi incorporación a Hijos de Rivera ya en 1997.

¿Qué supone ser un alto directivo de un grupo con la trayectoria de crecimiento de Hijos de Rivera?
Sobre todo un gran compromiso con la compañía, con los proyectos que tenemos por delante que nos empujan a seguir mejorando constantemente y avanzar hacia los objetivos que nos hemos marcado.

¿Cómo es trabajar codo con codo con un empresario como Ignacio Rivera, la cabeza visible del grupo?
Diría que resulta fácil. Es una persona con muchísima creatividad y capacidad de trabajo, así que es muy motivador trabajar a su lado.

Nunca me pierdo el día del pulpo en San Froilán. Siento que tengo una vinculación muy fuerte con Lugo y Portomarín

¿Visita Portomarín con frecuencia?
El trabajo me ha llevado a establecerme en A Coruña y a viajar mucho, a pasar muchos días fuera de casa, pero eso no me ha impedido visitar Portomarín siempre que he podido porque mantengo a la familia allí. Conservo muy buenos amigos en Lugo y, por supuesto, nunca me pierdo el día del pulpo en San Froilán, como buen lucense. Siento que tengo una vinculación muy fuerte con Lugo en general, y con Portomarín en particular.

Vivió en primera persona la expansión de Hijos de Rivera. ¿Cuáles han sido las claves de ese ascenso?
Es básico cuando sales a vender un producto que seas consciente de que sales a vender algo bueno. Y nosotros tenemos esa gran ventaja. Hemos salido a dar a conocer un producto que gusta a todo el que lo prueba. En toda mi trayectoria no me he encontrado a nadie que le ponga pegas a la calidad de nuestra cerveza, y así tenemos mucho camino avanzado. Además, hemos creado un equipo comercial sólido, con delegaciones en puntos clave, que ha ayudado mucho a trabajar el mercado por todo el país. Y todo esto ha llegado acompañado de campañas de marketing, patrocinios y comunicación que han contribuido a dar a conocer nuestra marca y a trasladar lo que somos como compañía. En este sentido, la compañía siempre ha tratado de ser fiel a una estrategia, no se han tomado atajos, y así el mensaje a los clientes y consumidores ha sido claro.

¿Cuál es el mayor reto profesional afrontado y el mayor aprendizaje obtenido en la compañía?
Posiblemente el mayor reto lo afrontamos cuando se empezaba a impulsar la expansión comercial de la compañía. Inicialmente tuvimos que repensar todo el modelo en Galicia y a continuación plantearnos la expansión al resto de España. En aquel momento solo estábamos presentes en Madrid, León y Asturias, y a partir de los años 2000 dimos los primeros pasos en Castilla, Canarias, Cataluña… Fuimos avanzando poco a poco a diferentes comunidades hasta alcanzar la red que tenemos hoy en día. El mayor aprendizaje de aquella época es que cuando uno tiene un buen producto es muchísimo más fácil venderlo.

Tenemos proyectos ambiciosos para seguir desarrollando nuestras marcas en España y de internacionalización

Imagino que la pandemia ha trastocado, como en casi todo, los planes de la compañía, pero ¿cuáles son los retos y proyectos para el corto y medio plazo?
Evidentemente nuestro sector ha sido muy vulnerable a las consecuencias de la pandemia que estamos viviendo. Por nuestra parte, tenemos encima de la mesa proyectos ambiciosos para seguir desarrollando nuestras marcas aquí en España, para impulsar la internacionalización, con un foco especial en Latinoamérica, donde planeamos incluso contar con una fábrica propia, y también estamos dedicando muchos esfuerzos a la digitalización. Estos son los proyectos más estratégicos hoy en día.

¿Para cuándo vislumbra la recuperación de la economía gallega?
Creo que es muy aventurado tratar de poner fechas a esta recuperación, pero parece claro que el 2021 va a ser complicado y me gustaría pensar que en algún momento de 2022 empezaremos a recuperarnos. El sector de la hostelería, al que estamos tan vinculados nosotros, está sufriendo y muchos proyectos hosteleros han tenido que echar el cierre. Yo confío en que a partir del 22 se pueda vislumbrar una cierta recuperación

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