Siete años y medio de cárcel por intentar matar a su exjefe de un hachazo en A Estrada

La Audiencia condena al acusado, vecino de A Estrada, al abono de más de 65.000 euros a la víctima, a la que dejó incapacitada
El condenado, durante el juicio celebrado en octubre en la Audiencia de Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera El condenado, durante el juicio celebrado en octubre en la Audiencia de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

La sala segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a Erundino P., vecino de A Estrada, a una pena de siete años y medio de cárcel, además de al pago de indemnizaciones que superan los 60.000 euros, después de intentar acabar con la vida del que había sido su jefe en las inmediaciones de un establecimiento de hostelería de la villa dezana de un fortísimo hachazo.

"Sen mediar palabra e con total desprezo pola vida da víctima, deulle un machadazo que impactou no seu antebrazo esquerdo, cando o ergueu para tratar de protexer a cabeza e a cara do golpe", detalla el juez en su dictamen

Los hechos, según detalla el dictamen, se produjeron hace cuatro años exactos: el 8 de diciembre de 2015. Acusado y víctima, que mantenían malas relaciones después de que el segundo hubiese despedido al primero (dijo en el juicio que no tenía aptitudes para el trabajo), concertaron un encuentro en el citado lugar. La víctima, que se hallaba en el bar, salió del mismo al encuentro del acusado, que "aproveitou para saír do seu vehículo cunha machada das denominadas portuguesas, que carecen de contrafío, e, sen mediar palabra e con total desprezo pola vida da víctima, deulle un machadazo que impactou no seu antebrazo esquerdo, cando o ergueu para tratar de protexer a cabeza e a cara do golpe", detalla el juez en su dictamen.

Además de las indemnizaciones, el agresor no podrá acercarse a la víctima durante los siguientes diez años

Las lesiones producidas fruto del impacto fueron muy graves. Además de los 82 días que precisó para su curación, quedó incapacitado de forma permanente para el ejercicio de su profesión (maderero).

El procesado explicó en el juicio que no recordaba bien lo ocurrido aquel día, sin muchas más explicaciones, lo que no convenció al tribunal, que entiende que la intención del ahora condenado no era solo la de lesionar, sino la de acabar con la vida de su exjefe.

Además de las indemnizaciones, el agresor no podrá acercarse a la víctima durante los siguientes diez años.