Anochece, y a los amigos de José Luis Cuerda les supo a poco

Rodeado de flores, coronas de sus amigos y de sus hijas Irene y Elena, el cineasta ha dicho adiós, y se ha ido para siempre
El director de cine Alejandro Amenábar. EFE
photo_camera El director de cine Alejandro Amenábar. EFE

"Se ha ido muy joven, le quedaba mucho por dar", "era un genio", "un sabio", "un hombre justo" , "generoso". "Tenía muy mala leche, afortunadamente" y "no tenía empacho en pedir perdón". Todas estas frases, las han dicho este miércoles sus amigos para despedirse de José Luis Cuerda, un hombre bueno que, en efecto, se ha muerto muy pronto, y además "sabía hacer un cine estupendo, cuando hacía películas serias, también".

Esta última frase la ha pronunciado el que era, probablemente, el gran amigo de José Luis Cuerda. Fernando Méndez Leite, que no acababa de despedirse. "Perdonadme, pero es que José Luis es toda mi vida", ha dicho el escritor, crítico y director de cine-, ha sacado fuerzas del "cansancio físico" que le ha producido la noticia de la muerte de su amigo, y ha logrado provocar la risa "la risa que veneraba Cuerda"- ante un auditorio triste, reunido en una capilla, pero sin connotaciones religiosas.

Rodeado de flores, coronas de sus amigos de Pez Austral, que le presentaron a Faulkner, del Círculo de Bellas Artes, de la SGAE, de Joaquín Sabina y de sus hijas Irene y Elena, José Luis Cuerda ha dicho adiós, y se ha ido para siempre, justo cuando empezaba a anochecer.

Desde las diez de la mañana que se abrió la capilla ardiente, decenas de periodistas aguardaron la llegada de famosos que resumieran con sus palabras el sentimiento de orfandad de los espectadores. Y apareció el vicepresidente del Gobierno, y el ministro de Cultura. Una sorpresa para sus hijas, que pensaban despedirle en la intimidad, porque "de verdad que no se lo esperaban", confió a Efe una amiga de la familia. Imposible hacer una despedida discreta a un genio tan grande.

Y con acompañamiento extra, pues los familiares de otros fallecidos este miércoles se lamentaban también de la desaparición de José Luis y hacían piña en los pasillos del tanatorio de La Paz, en Tres Cantos (Madrid), como si fuera un muerto propio.

También un velatorio extraño, porque muchos de los actores y actrices, viticultores, vecinos, libreros, compañeros de estudios, productores y sobrinos intercambiaban frases surrealistas escritas por su mano y que ya integran un lenguaje propio, que probablemente habría que llamarlo "amanecista", aunque estaba ya en la cinta Total, que, como recordó Mendez Leite, no tuvo ningún éxito. "Ni Amanece tampoco. Ese año creo que se lo llevó todo Garci", ha recordado su amigo.

Anécdotas de una vida plena que han aplaudido entre sonrisas, cuando no risas abiertas, los que despedían al director manchego. Bueno, un manchego que se dejó "una pasta" en ser gallego. "Lo fácil es ser gallego si has nacido en Galicia, lo difícil es que uno de Albacete sea gallego", contaba su amigo, alcalde de Carballiño cuando Cuerda fue a rodar a la cuna del Ribeiro un corto sobre un texto de Manuel Rivas.

El mismo que ha desvelado que sus cenizas -o parte de ellas- se irán a esa tierra que tanto amó. Y que Nicole Kidman es la culpable de que quisiera tener una bodega.

ANÉCDOTAS. Alguno como Daniel Pérez Prada, actor en Tiempo después, su última película- contaba que le hubiera gustado ir a despedirse del maestro acompañado de Miguel Rellán, su "pareja" en la cinta, los dos vestidos de guardiaciviles. Pero Rellán no estaba ni para contestar whatsapp.

Su "ahijado" Alejandro Amenábar dice que la frase "Alcalde, todos somos contingentes, pero tú eres necesario" resume su vida y su obra. A su familia y amigos, el director de Tesis y Los otros, las dos producidas por Cuerda, les ha regalado un consejo que heredó de Cuerda: "Aprecia lo que realmente vale la pena y ríete de todo lo demás". Con lo bien que sabía él hacer eso. 

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