Un anciano de Baralla lleva diez días sin teléfono pese al riesgo que corre por su Epoc

Sufre una avería en el fijo y en su casa no hay cobertura de móvil de Movistar, que iba a darle prioridad a la avería pero aún no la arregló
José González, con su esposa, en su vivienda. EP
photo_camera José González, con su esposa, en su vivienda. EP

Un teléfono averiado puede convertirse en un factor de riesgo. Es lo que le sucede a José González, un vecino de Baralla enfermo de Epoc (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), que lleva diez días sin este servicio básico. Esta circunstancia pone en peligro su vida ante la imposibilidad de llamar una ambulancia para trasladarlo con urgencia al hospital si sufre una crisis.

Este anciano, de 85 años, tiene sin línea el fijo y el núcleo de Traspena, donde reside, no cuenta con cobertura de telefonía móvil con Movistar, cuya señal no se capta hasta cerca de dos kilómetros de su domicilio. Esta incomunicación pueden generar retrasos en la llegada de un vehículo sanitario y llevarle a vivir una situación de extrema gravedad.

González tiene una máquina de oxígeno en casa, pero el aparato resulta insuficiente “cando lle falta vida e hai que levalo para que lle apliquen osíxeno no hospital”, según explica su hija Carmen González, residente en Lugo. La última vez que lo internaron de urgencia fue a principios del mes de marzo. Entonces estuvo una semana en el Hula, de donde salió poco antes de que el Gobierno dictase el estado de alarma por el coronavirus. Su patología le convierte, además, en población de riesgo ante la pandemia.

Carmen González solicitó a Movistar hace once días el arreglo de la línea telefónica, pero todavía no tiene solucionado el problema. Un operario de la compañía se desplazó este domingo a la zona, “pero non para reparar o noso teléfono. A miña irmá, que vive cos meus pais, díxome que non recibira a orde de facelo”, precisó.

La incomunicación se agrava en el domicilio de José González y de su esposa a causa de la crisis del Covid-19

CONTRADICCIÓN. Aunque la compañía le responde a Carmen que tiene solucionada la avería, en realidad no es así. La situación resulta más chocante si se considera que la empresa le comunicó que la reclamación de su padre era “prioritaria, ao ser unha persoa de alto risco no caso de contaxio de Covid-19. O pasado mércores mandaron unha persoa para arranxar o router, pero xa lles dixemos que ese non era o problema e seguen sen facer nada”, indica la hija del afectado. En el propio núcleo de Traspena y en el cercano de Vilasantar hay otras dos viviendas con problemas en el servicio telefónico.

La incomunicación se agrava en el domicilio de José González y de su esposa a causa de la crisis del Covid-19. “Co estado de alarma, estar en contacto coa familia é difícil, pero a cuestión agrávase se non dispoñen de teléfono e tampouco lles funciona a wifi”, subraya Carmen González.

La indignación de esta mujer es todavía mayor cuando precisa que “a compañía non desconta na mensualidade os días que levamos sen servizo”.

Comentarios