La ancestral Rapa das Bestas mantiene viva toda su tradición en Boimente

Una comida comunera y las esperadas carreras de caballos cerraron el programa de una celebración que congregó a cientos de visitantes alrededor del curro de Candaoso

Instante de la Rapa das Bestas en Boimente. PALEO
photo_camera Instante de la Rapa das Bestas en Boimente. PALEO

La cincuenta y una edición de la Rapa das Bestas de Boimente se celebró este domingo en la parroquia viveirense con una gran afluencia de público que no quiso perderse esta tradición ancestral en A Mariña que afronta la lucha entre hombre y animal, y que está declarada como evento de interés turístico.

Un instante de la Rapa das Bestas en el curro de Candaoso. PALEOEste año no se celebraron por primera ocasión en su historia las peleas de garañones ni los marcajes a fuego de los caballos, puesto que la organización recibió un aviso de la consellería de Medio Rural para que se cumpliese la Lei de Benestar Animal en lo referente a "non instigar aos animais a pelexar". El gran espectáculo de la jornada lo protagonizó la bajada de la manada de caballos salvajes dirigidos hasta el curro de Candaoso desde los montes cercanos de Buio y Lerín para el posterior corte de las crines ante la mirada de cientos de curiosos.

Al mediodía, la feria de ganado caballar y las degustaciones de sopa de ajo fueron el prólogo perfecto para que cientos de comuneros y familiares se dieran cita, a partir de las tres de la tarde, en una multitudinaria comida, donde no faltaron las degustaciones de minihamburguesas elaboradas con carne de potro, así como una animada sesión vermú con el grupo Fénix como principal aliciente musical.

CARRERAS. A las cinco y media de la tarde, ya con el estómago lleno, llegó la hora de las carreras, con participantes en las categorías de andadura serrada, andadura chapeada, caballos de pura raza y de cruce.

Además, tuvo cabida una modalidad dedicada exclusivamente a burros.

La organización repartió los premios en metálico a los ganadores, para un bote de 1.750 euros.

Como en ediciones precedentes, la organización nombró a un monteiro maior. En esta ocasión la elección recayó en David Sanesteban, jefe de obra de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol. "Axudounos moito na rehabilitación da igrexa", reconoce Carlos Martínez, secretario de la comunidad de montes de Boimente.

"Tivemos moita xente porque cada comuneiro recibiu catro invitacións para que trouxese a familiares e amigos a disfrutar desta festa, que é moi especial", recalca Martínez.

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