Galicia tiene más de 1.800 aldeas deshabitadas, con más de 800 en Lugo

El 84% de los municipios gallegos perdieron población en 2018, un fenómeno más acentuado en las dos provincias del interior
Una casa abandonada en una aldea de A Lama. DAVID FREIRE
photo_camera Una casa abandonada en una aldea de A Lama. DAVID FREIRE

Hay lugares donde la España vacía o vaciada se manifiesta de forma literal. En Galicia había ya en 2019 más de 1.800 aldeas que son pura carcasa, donde no vive nadie. Y, de ellas, 819 están en Lugo, que no solo es la que registra un mayor número de entidades singulares despobladas de las cuatro provincias —dentro de sus límites está más del 45% del total—, sino que sufre este fenómeno a un mayor ritmo que las demás: hasta 24 perdieron al último habitante que les quedaba entre 2018 y 2019, mientras que en Pontevedra fueron apenas nueve y en Ourense, cinco. Caso contrario es el de A Coruña, donde los últimos datos oficiales Instituto Galego de Estatística (Ige) señalan que las aldeas abandonadas eran nueve menos que el curso previo.

A lo largo de los últimos cinco años, han sido ya 127 las pequeñas poblaciones lucenses que se han quedado sin ningún vecino en sus calles. Y lo más probable es que este número vaya engrosándose con el paso de los años. De momento, las estadísticas apuntan que en 2019 eran más de medio millar las aldeas de Lugo donde únicamente hay un morador registrado. En concreto, son 536, es decir, el 51,2% de las 1.047 las entidades singulares que se hallan en esta tesitura en la comunidad.

Los datos del Ige son, en cualquier caso, más orientativos que exactos, dado que el listado de las entidades singulares de población suele experimentar variaciones, de ahí que repuntes como el de la provincia de A Coruña haya que tomarlos con prevención. Pero lo cierto es que este disperso modelo de población es un fenómeno característicamente gallego. En 2019, más de la mitad de los núcleos de población tenía menos de 50 habitantes y, a pesar de ello, acogía solo el 6,6% del padrón; mientras que las 21 localidades que rebasan los 10.000 vecinos —el 0,2%— albergaba al 43,6%.

No obstante, de entre las siete ciudades, tan solo en Ourense y Ferrol se contrajo el padrón municipal

En este sentido, Galicia concentra cerca de la mitad de las unidades singulares de España y, en la misma línea, las 1.813 aldeas fantasma que cuenta el Ige suponen el 51,2% de las 3.538 que el Instituto Nacional de Estadística (Ine) totaliza en el conjunto del país. Por la misma regla de tres, casi la cuarta parte se localiza en Lugo.

84% DE CONCELLOS EN CAÍDA. El caso de las aldeas abandonadas se enmarca dentro de la sangría demográfica de Galicia. El Ige vuelve a confirmar la tendencia con los datos del padrón municipal a 1 de enero de 2019: 241 de los 313 concellos gallegos —esto es, el 84%— cerraron 2018 con saldo negativo, 53 con más población y nueve con los mismos vecinos que en el ejercicio anterior.

O, más en concreto, se enmarca dentro del descenso de población del interior, porque A Coruña y Pontevedra son las provincias que concentran la mayor parte de los ayuntamientos en expansión, con 20 y 19, respectivamente. Por el contrario, en Ourense solo crecieron siete —Allariz, Amoeiro, Baltar, A Merca, Pereiro de Aguiar, Piñor, Quintela de Leirado y San Cibrao das Viñas—, la misma cifra que en Lugo —Castro de Rei, Folgoso do Courel, Lugo, Pantón, Riotorto, Sober y Burela—. En otras palabras, 83 concellos ourensanos y 57 lucenses vieron cómo perdían población en 2018, lo que significa el 90% y el 85%.

El Instituto Nacional de Estadística cifra en 3.538 las entidades singulares en vecinos en España. Casi el 25% se hallan en Lugo

Por su parte, en A Coruña, hubo aumento de pobladores en Ames, Ares, Arteixo, Boiro, Boqueixón, Cambre, Carballo, Carral, Cee, A Coruña, Frades, Irixoa, Miño, Oleiros, Ordes, Oroso, Sada, Santiago, Teo y Vilarmaior.
Parroquias mínimas

Además, Campo Lameiro, Cangas, Gondomar, A Lama, Meis, Mondariz-Balneario, Oia, Pazos de Borbén, Pontevedra, Portas, Ponteareas, Ponte Caldelas, Pontecesures, Redondela, Salceda de Caselas, Salvaterra de Miño, Sanxenxo, Tomiño y Vigo fueron los ayuntamientos de Pontevedra que tuvieron saldo positivo.

En cuanto a las siete ciudades gallegas, por lo general foco de atracción de población, solo Ourense y Ferrol experimentaron bajadas en su padrón municipal. Lugo acoge a 251 vecinos más, aunque Vigo (1.722) y A Coruña (861) arrojan el saldo más favorable.

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