El agua de las piscinas causa desde irritación ocular hasta pérdida de visión

El Instituto Catalán de la Retina avisa de que un contacto regular puede derivar en problemas crónicos, ya sea de la superficie del ojo, o bien visión borrosa

 

 

 

Niños en una piscina. PIXABAY
photo_camera Niños en una piscina. PIXABAY

Oftalmólogos del Instituto Catalán de la Retina advierten del riesgo que supone el agua de las piscinas para los ojos, ya que puede provocar "desde irritación ocular hasta pérdida de visión, pasando por una conjuntivitis bacteriana o vírica".

El Instituto Catalán de la Retina explica que "el cloro y otros productos químicos que se incorporan al agua pueden debilitar la película lagrimal que protege e hidrata el ojo", cuya principal consecuencia es "el ojo rojo".

También avisan de que un contacto regular con el agua de las piscinas puede derivar en problemas crónicos, ya sea de la superficie del ojo, o bien visión borrosa.

Los oftalmólogos recomiendan no usar lentes de contacto en las piscinas porque "potencian la exposición a la contaminación microbiana o de amebas". "Hay que tener en cuenta que estas últimas pueden provocar la pérdida de visión. El gran problema es que la lente de contacto absorbe el agua y se puede transformar en un terreno propicio para que proliferen estos microorganismos, potencialmente muy peligrosos para los ojos", señalan los especialistas.

Otras recomendaciones son usar gafas de natación, no abrir los ojos debajo del agua, lavárselos después de nadar, usar gotas oftalmológicas para mantener hidratada la película lagrimal, no compartir la toalla para evitar potenciales infecciones y beber agua para mantener la hidratación.

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