África mira al futuro en Lugo

La guineana María del Amor Echebue estudia en el campus con una beca para promover la formación de mujeres africanas

María del Amor Echebue. XESÚS PONTE
photo_camera María del Amor Echebue. XESÚS PONTE

LUGO. María del Amor Echebue Nguendje llegó al Campus Terra a principios de este curso desde Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, donde trabajaba en la División de Adquisiciones de las Naciones Unidas haciendo labores administrativas. El puente hacia Lugo se lo tendió la Fundación Mujeres por África, que preside la exvicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega. La organización convoca becas de formación en universidades españolas para mujeres africanas y María del Amor fue seleccionada para una de ellas. Graduada en Dirección y Administración de Empresas, en la especialidad en Banca y Finanzas, María del Amor quería hacer un máster y la fundación le dio la oportunidad.

Aunque originaria de Bata, la ciudad más poblada del país, María del Amor estudió los cinco años de carrera en Ghana, atraída por el idioma oficial de ese país, el inglés, que quería dominar. Cuando acabó la carrera, volvió a Guinea y empezó a trabajar para la Onu, pero siempre con la mente puesta en dar un paso más en su formación académica. «Alguien me comentó que existían estas becas, la solicité y tuve la suerte de que me la dieron», cuenta ya plenamente instalada en el Campus Terra. Había dos plazas para cursar un máster en Dirección de Empresas, una de ellas en la Universidad de Santiago, que fue la que escogió, aunque sin ser consciente de que su destino finalmente sería Lugo.

Sin embargo, no está decepcionada con el resultado, sino todo lo contrario. «Lugo es una ciudad pequeña, pero yo vengo de un país pequeño, así que para mí es perfecta», dice. Asegura que se ha integrado perfectamente y que encuentra el entorno, tanto urbano como social, «muy acogedor». Aunque no conocía el norte del país, María del Amor había estado en España, donde tiene familia, varias veces. Pocas cosas la sorprenden de la antigua metrópolis porque en Guinea Ecuatorial, que fue colonia española hasta finales de la década de 1960, se sigue la actualidad española al detalle. «Guinea Ecuatorial es una pequeña España, todo es igual, hasta la comida», explica.

Sin embargo, no se puede decir que el conocimiento sea mutuo y María del Amor se encuentra con cierta frecuencia con personas que se sorprenden de lo bien que habla español (idioma oficial de su país) o que confunden Guinea Ecuatorial con Ecuador. En general, admite, el desconocimiento sobre África es notorio. «Me molesta —confiesa— que no hagan ni el mínimo esfuerzo de ir a Google».

María del Amor encuentra un gran desconocimiento en España del excolonia; mucha gente se sorprende de que hable español

Además de gustarle la ciudad, esta guineana está muy satisfecha con el máster que está cursando: «Me encanta lo que estudio, el nivel de educación aquí es muy superior; mis expectativas se están cumpliendo sin duda», indica, a la vez que señala que le encanta el ambiente internacional que se ha encontrado en esta formación de posgrado. «La mayoría somos extranjeros: hay mexicanos, ve-nezolanos, chinos...», apunta.

Cuando termine el curso, en el mes de julio, María del Amor tiene pensado regresar a su país para trabajar. Volver a delegación de las Naciones Unidas es una opción, pero solo la contempla si le reconocen su máster y le mejoran su categoría. Si eso no es posible, cree que podría encontrar ocupación fácilmente en otra cosa. «Cuando tienes formación superior es fácil encontrar trabajo, pero tiene que ser con empresas extranjeras o con instituciones como la Onu», indica.

PROGRAMA. En la Universidad de Santiago, que tiene firmado un convenio de colaboración con Mujeres por África, hay otra estudiante becada a través de esta fundación, una joven de Madagascar que estudia un máster de Investigación en Educación, Diversidade Cultural e Desenvolvemento Comunitario en el campus compostelano.

Las becas, concedidas por el Vicerrectorado de Internacionalización con la colaboración del Consello Social, pretenden promover la igualdad y la participación de la mujer en el desarrollo económico sostenible de su territorio y persiguen que las beneficiarias puedan volver a sus países y mejorar sus posibilidades laborales.

Las ayudas les proporcionan los gastos de matrícula para el curso académico, una asignación de 505 euros para gastos de manutención, alojamiento gratuito en el Sistema Universitario de Residencias de la USC, cobertura de gastos de viaje de ida y vuelta a su país de origen y la financiación de dos cursos semestrales de español o gallego en el Centro de Linguas Modernas.

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