Opinión

Adoctrinando

TODO SISTEMA educativo siempre es mejorable, pero carece de sentido que cada uno que llega lo modifique, no con ánimo de perfección (¡qué les importa!), sino para diferenciarse del anterior. Lo hicieron los que dejaron el Gobierno y, ya saben, lo harán estos al amparo de la precipitación que los corroe. ¿Cuesta tanto sentarse a razonar y a ponderar qué es lo que se quiere, no para satisfacer egos partidistas sino para dar a padres y alumnos lo más sensato y adecuado para su formación? De eso no entienden ni unos ni otros, y menos los mentores del sectarismo, cuyo sentido democrático es despreciar al rival, en aras de lo que llaman libertad, confundida con totalitarismo. Los socialistas anuncian ahora que despojarán a la religión de su valor académico, sensato para un sector de la población y no tanto para otra la parte; el valor académico que dicen van a darle a la asignatura obligatoria de "valores cívicos", cuya inconcreción permite un contenido tan difuso como la indefinida ideología de sus inspiradores, suena más a afán de adoctrinar que a materia centrada en moldear, sin ribetes tendenciosos, a sus receptores. Reforma que, a lo peor, solo dura un suspiro, hasta que lleguen otros.

Comentarios