Adiós a todas las barreras

Jorge Baldoví es una persona con discapacidad intelectual que acaba de acceder a su nuevo trabajo como conserje en la Subdelegación del Gobierno después de aprobar una dura oposición para la que se estuvo preparando algo más de un año
Jorge Baldoví ante el edificio de la Subdelegación del Gobierno. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Jorge Baldoví ante el edificio de la Subdelegación del Gobierno. VICTORIA RODRÍGUEZ

JORGE BALDOVÍ entiende perfectamente el gallego, pero le cuesta hablarlo. A pesar de todo, se esfuerza mucho por contestar en gallego a las preguntas que se le formulan, siempre con una sonrisa enorme. Llegó a Lugo desde Cataluña hace tres años, pero parece que la ciudad será su lugar de residencia permanente: acaba de comenzar en su nuevo trabajo de conserje en la Subdelegación del Gobierno después de aprobar unas durísimas oposiciones para personas con discapacidad intelectual o de desenvolvimiento.

Jorge tiene 45 años y lleva empleado desde el 94. "He estado trabajando en un centro especial de empleo en el que hacíamos cosas de imprenta, he estado en un "call center" vendiendo de todo: sartenes, camiones, líneas telefónicas, teléfonos...".

Su último trabajo fue en la sección de quejas y reclamaciones del Metro de Barcelona, y terminó tan saturado que decidió venirse a Lugo con una excedencia por estrés para desconectar. "Me vine aquí porque tengo familia. Y al llegar vi que era todo tan tranquilo, que la gente no te empuja por la calle, que es un ritmo muy diferente al de Barcelona...". Así que decidió buscar un trabajo.

Se inscribió en Fademga Lugo, donde le ayudaron a buscar empleo. "Yo estaba interesado en buscar una oposición porque para otras cosas me pedían unos estudios superiores que yo no tenía. Entonces valoré si me valía la pena arriesgarme a estudiar unas oposiciones o ponerme a estudiar durante varios años para sacar los títulos que me pedían. Y por la edad que tengo, lo mejor era ponerme con las oposiciones".

En Fademga lo avisaron de que saldrían unas oposiciones para personal de gestión y servicios comunes destinadas a personas con discapacidad. Y con la ayuda de Fademga y mucho esfuerzo por su parte se preparó durante más de un año para obtener una de las dos plazas que ofertaban en Lugo. Era la primera vez que se presentaba a una oposición.

En septiembre del año pasado fue a Madrid para hacer el examen. "La prueba fue complicada y había miles de personas, incluso había autocares en la puerta. Yo no me esperaba que se fuera a presentar tanta gente; hasta nos teníamos que agarrar unos a otros para que no nos llevaran por delante", asegura.

CON LA PLAZA. La sorpresa que se llevó cuando le dijeron que tenía una de las dos plazas para Lugo fue inmensa. "La Subdelegación del Gobierno hizo un día de puertas abiertas. Fui a ver el edificio y pensé: "Cómo me gustaría trabajar aquí". Así que imagínate cuando me dicen que tengo una de las dos plazas, y por nota podía escoger la que quisiera", comenta Baldoví con una sonrisa inmensa.

La Subdelegación del Gobierno hizo un día de puertas abiertas. Fui a ver el edificio y pensé: ‘Cómo me gustaría trabajar aquí

El lunes comenzó en su nuevo empleo y Jorge no podría estar más contento. "Conozco personas con discapacidad y carrera que están amargadas porque no encuentran trabajo y, si lo encuentran, les ponen muchas trabas. En este trabajo me siento como uno más y eso era lo que buscaba; un sitio en el que tener una discapacidad no fuera una barrera. Cuando te pasa algo así te valoras mucho más y se demuestra que eres una persona normal, que no eres diferente ni tienes que tener un trato preferente", afirma orgulloso.