Las autoridades en Florida presentaron cargos de secuestro contra una conductora de Uber que impidió a una clienta salir del vehículo durante un recorrido en Tallahassee, capital del estado, según informaron medios locales.
La estudiante Brooke Adkins relató en las redes sociales que una vez llegó a su destino, la conductora Destiny Green cambió el rumbo y bloqueó las puertas.
Adkins dijo que desde la silla trasera pidió ayuda a la Policía y después logró abrir una ventana para arrojarse a la calle con el vehículo en movimiento.
La estudiante muestra en su cuenta de Twitter una foto de heridas en las piernas tras la caída.
La Policía acudió al estacionamiento de una droguería, a la que llegó la víctima, y reportó que encontraron a la joven sangrante y con rasgaduras en los pantalones y manos.
Green, de 30 años, fue arrestada el miércoles y está acusada de secuestro y detención ilegal, con una fianza de 7.500 dólares, detalló el canal local WTXL.
Los oficiales que la entrevistaron señalaron que la conductora parecía paranoica.
