Un acuerdo amistoso libera dos pisos okupados tras dos días de alta tensión

Los okupas desalojaron el edificio de Yáñez Rebolo tras aceptar un trato que les proporciona una vivienda temporal
La empresa contratada para la desocupación también le buscará un empleo y ayudas sociales al inquilino del tercero
El gerente de la empresa de desocupación coloca un candado en el portal de la vivienda. XESÚS PONTE
photo_camera El gerente de la empresa de desocupación coloca un candado en el portal de la vivienda. XESÚS PONTE

La ocupación ilegal de dos viviendas en la Rúa Yáñez Rebolo llegó ayer a su fin tras 48 horas llenas de tensión y violencia. El propietario y los okupas llegaron a un acuerdo amistoso para que los segundos abandonasen el inmueble, después de que el viernes el intento de desocupación acabase en una tumultuosa reyerta.

La empresa lucense de desocupaciones Mi Casa No Es la Tuya actuó de mediadora en este proceso de negociación que devolvió la tranquilidad a esa calle de Lugo.

Las dos únicas personas que permanecían en el interior del segundo piso accedieron a irse después de que la firma les consiguiese otra vivienda de manera temporal gracias a la intermediación de una tercera persona, que intervino de forma anónima. Algunas informaciones, aún sin confirmar, apuntaban también a que el drástico giro de los acontecimientos vino dado por el abono de una cantidad de dinero en metálico a los "okupas", que abandonaron el segundo piso del inmueble a las 18.00 horas de este sábado.

También se llegó a otro tipo de acuerdo con el inquilino que ocupaba la buhardilla del edificio. La empresa contratada por el propietario para efectuar el control de acceso de la finca urbana se compromete a "encontrarle un puesto de trabajo", según confirmó a este diario Rubén López, portavoz de Mi Casa No Es la Tuya.

"A través de una mediación indirecta conseguimos que las personas que habitaban en el segundo piso se vayan a un nuevo alojamiento temporal, y nos comprometemos a encontrarle un trabajo a la persona que vivía en el tercero para que pueda reincorporarse a la sociedad", dijo López, que confirmó que también ayudará a esta persona en la tramitación de alguna ayuda social. "No había solicitado ninguna ayuda, así que le echaré una mano como auxiliar administrativo que soy", explicó.

Los vecinos fueron otra de las partes beneficiadas por este acuerdo y, tras el desalojo, brindaron con champán con los trabajadores de la empresa encargada de la desocupación, convencidos de que la tranquilidad volverá a la calle.

Pero antes del acuerdo, hubo ayer nuevamente horas de tensión. Al mediodía de ayer, las circunstancias hicieron que una de las personas que ocupaba la segunda planta del inmueble sufriese un empeoramiento de su estado de salud y tuviese que ser atendido por personal sanitario del 061. Afortunadamente todo quedó en un susto y no hizo falta la intervención de los galenos.

Esta era la segunda revisión médica que se le practicaba a este hombre, ya que también fue atendido el viernes en el Hula tras intervenir en una reyerta que se saldó con tres heridos por traumatismos y contusiones provocados en el asalto de los familiares de los okupas al control de acceso instalado en el portal.

Antes, sobre las seis de la madrugada, varios integrantes del autodenominado colectivo antifascista que acampaban en la acera de enfrente acompañados por familiares de los inquilinos intentaron asaltar el portal con insistentes patadas en la puerta, una acción que no llegó a buen puerto por la intervención de los dos guardias de seguridad que custodiaban la entrada.

NUEVOS CLIENTES. Tras la resolución del primer trabajo al que se enfrentaba la empresa Mi Casa No Es la Tuya su cartera de clientes se ha disparado y ya estudian nueve casos similares más solo en la ciudad de Lugo. La firma fue creada para prestar un servicio integral de asesoría jurídica frente a los okupas.

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