El juzgado de lo Penal número dos de Lugo emitió una sentencia absolutoria para un hombre de 48 años de edad, vecino de Monforte, acusado de maltrato en el ámbito familiar por propinarle una colleja a su hija menor de edad, de 17 años, por negarse a regresar a la casa familiar.
El magistrado entiende que "la simple colleja o manotazo propinado, del que no consta lesión o resto alguno" en la joven, que en el momento de los hechos denunciados, en el mes de agosto de 2014 tenía 17 años, fuese un afán de agresión y sí simplemente que volviese a casa y cumpliera con las reglas familiares dictadas por sus progenitores.
El acusado, denunciado por su propia hija, se enfrentaba a una pena de 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad y a la prohibición de aproximarse y comunicarse con su hija durante un año y medio.
El juez, tras valorar en conjunto las manifestaciones de los testigos y las circunstancias del incidente, entendió que procedía dictar una sentencia absolutoria, máxime cuando el padre estaba buscando a su hija por las calles de Monforte, caracterizándose esta por su conflictividad, pues consta en el expediente que la joven era indisciplinada en casa y no asistía al instituto de enseñanza de forma regular.
El abogado del acusado ahora absuelto, Iván Torres, valoró la sentencia. Indicó que el juez entendió la "proporcionalidad" de la acción del hombre para corregir una conducta indeseable. Añadió que debe estar presente que la corrección debe existir dentro del ámbito familiar y que no se deben criminalizar todos los actos de los progenitores para intentar corregir un problema educacional.
A mayores, Torres destacó que la sentencia hace reflexionar sobre el límite de la potestad paterna y acerca de si toda actitud mínimamente reprobable, como darle una colleja a un hijo, tiene que "descansar en el poder público, en este caso en el judicial".
El letrado monfortino se congratuló de la sentencia, pues destacó que se observa que se entra a valorar las causas.
