Abre una pensión con encanto en la antigua Casa da Botica de Samos

El edificio, catalogado, data de la primera mitad del siglo XIX y ofrece 14 habitaciones

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photo_camera Rubén Veiga, propietario, en la botica restaurada. VILA

La conocida como A Casa da Botica de Samos, una construcción singular que data de la primera mitad del siglo XIX, acaba de abrir sus puertas convertida en una pensión con encanto de la mano de una empresa familiar de este municipio. Rubén Veiga es el administrador de esta firma y el responsable de la gestión del nuevo establecimiento hostelero, que conserva el mismo nombre por el que siempre se le conoció y que se compone de 14 habitaciones dobles con baño.

"A Casa da Botica ten recoñecida a categoría como pensión con encanto porque realmente ten moito, moito", asegura, al tiempo que hace hincapié en su "ubicación inmellorable" en las proximidades de la abadía y del río. El inmueble, que fue adquirido por los actuales propietarios hace años, es una construcción "referencial" en la localidad samonense, la cual fue levantada por el cenobio aproximadamente en 1830, señala el administrador.

Según se cree, durante la desamortización de Mendizábal fue utilizada por uno de los monjes para atender a peregrinos que recorrían el Camino de Santiago. Además, en esta vivienda, que durante muchos años acogió la farmacia que dio servicio a Samos, se hicieron diversos preparados medicinales con las hierbas que se cultivaban en la Horta da Botica, situada justo enfrente. El edificio, de unos mil metros cuadrados de superficie repartidos en bajo y dos plantas, está catalogado, de modo que su rehabilitación precisó de los correspondientes permisos del organismo autonómico de Patrimonio.

La reforma de la casa respeta su estructura original y los elementos más característicos

Según afirma Veiga, todo el proceso de restauración se hizo conservando por completo su estructura original y respetando los materiales que la forman y las características del conjunto. En la planta baja se encuentra la zona de recepción, el espacio que antiguamente ocupaba la farmacia y un comedor para desayuno de los huéspedes. En las otras dos plantas se reparten las habitaciones. "As vistas son privilexiadas porque, ou ben dan cara ao mosteiro ou cara ao río, zona na que hai unha galería", apunta el responsable del negocio, quien calcula en unos 1.500 metros cuadrados la "zona de relax" junto al río que completa el entorno.

El resultado de la restauración es un establecimiento que, según sostiene, está recibiendo "unha moi boa acollida" por parte de los clientes. Está pensado tanto para peregrinos como turistas que se acerquen a conocer Samos o pasar un fin de semana. "Xa tivemos hóspedes de Rusia e Xapón entre outros lugares", indica.

PROYECTO: LA ZONA DE LA FARMACIA FUE REHABILITADA
Los emprendedores que pusieron en marcha el proyecto de recuperación de A Casa da Botica apostaron también por rehabilitar la zona que en su día funcionó como farmacia de Samos. Este espacio se utiliza ahora como sala de estar para los clientes y en breve incorporará otros elementos restaurados como los tarros denominados albarelos. Asimismo, como guiño a toda esta tradición relacionada con las boticas, cada una de las habitaciones del nuevo hospedaje lleva el nombre de una planta medicinal como melisa o flores de bach, entre otras.

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