71-87. El Breogán corrige el rumbo en Huesca

Los lucenses firmaron un gran inicio y una primera mitad muy completa que les sirvió para superar a un equipo oscense que llegó a amenazar en el marcador en el último cuarto
 
Baloncesto,Levitec-Breogán./Foto Verónica Lacasa/16-11-19 [[[DDA FOTOGRAFOS]]]
photo_camera Un instante del Huesca-Breogán. DIARIO DEL ALTO ARAGÓN

El Leche Río Breogán se llevó una más que merecida victoria en su visita a Huesca, donde el Levitec despertó a última hora para poner en jaque a los lucenses. Tras un brillante primer cuarto y un notable segundo que le permitió marcharse al descanso con clara ventaja (34-50), el equipo lucense se topó con la reacción oscense en la segunda mitad. No fue hasta los últimos minutos cuando, tras un gran trabajo, quedó visto para cerrar el quinto triunfo en lo que va de temporada.

Le hacía falta al conjunto lucense una victoria que le permitiera espantar los fantasmas tras un más que discreto arranque de campaña en el que las dudas comenzaban a instalarse entre los aficionados celestes. El rival y el escenario no parecían los más propicios para conseguirlo, pero bajo la premisa de recuperar buenas sensaciones y dar un golpe sobre la mesa antes de recibir al Marín —colista de la clasificación—, saltó a la cancha la escuadra dirigida por Diego Epifanio.

Se presagiaba que el del Municipal de los Deportes iba a ser un duelo igualado, de tú a tú, de dos conjuntos que sumaban las mismas victorias en lo que va de curso y que, tras caer en el último compromiso liguero, necesitaban redimirse. Sin embargo, un triple de Peña —que fue, sin duda, de los más destacados de los breoganistas— desató las hostilidades apenas transcurrido medio minuto de encuentro. Fue el principio de un gran arranque visitante. 

Y es que aunque el Levitec Huesca respondió de inmediato, no tardó mucho Gavrilovic en volver a anotar desde el perímetro. Olah y Carter acertarían poco después para situar la contienda favorable a los celestes, que se situaron nueve puntos arriba (7-13) tras un inicio electrizante. Hasta nueve rebotes cazaron los de Diego Epifanio en los diez primeros minutos, donde el porcentaje de tiro (70%) también resultaba alentador. 

Las rápidas transiciones y la agresividad defensiva sirvió para neutralizar a un adversario que no las tenía todas consigo, que era incapaz de transformar sus acciones de ataque y que veía como poco a poco la brecha se iba ampliando. Peña, con el segundo de los tres triples que firmó, estableció un 12-24 que ponía de manifiesto la excelente labor lucense ante los peñistas, aturdidos ante una avalancha que situó el 17-31 tras el capítulo inaugural.

El triunfo lucense se edificó sobre los cimientos de una primer cuarto perfecto al que quiso darle continuidad en el segundo. Tras el enésimo acierto breoganista, el Levitec Huesca parecía querer responder de la mano de Dedovic, que no falló su lanzamiento exterior (20-35), pero todo fue un espejismo. La sensación de control por parte lucense no permitía a su rival escalar hacia la remontada, sino todo lo contrario. 

En cualquier momento el choque se podía romper de manera definitiva, algo que dejó a medias el Breogán poco antes de enfilar el camino a los vestuarios (34-50). Con Peña liderando la anotación (15) y los rebotes (3) se alcanzó un intermedio en el que la charla de Guillermo Arenas a sus jugadores les permitió acercarse en el electrónico. Y es que fueron hasta siete los puntos que en el tercer parcial recortaron los oscenses (22-15). 

Como quien no quiere la cosa, el Levitec Huesca encadenó una serie de acciones que surtieron efecto y que sirvieron para trasladar el nerviosismo a los lucenses, a los que se les fundieron los plomos en ataque cuando menos convenía. Un parcial de 15-3 daba alas a la escuadra local, que pasó de verlo perdido a meterse de lleno en la lucha por la victoria (49-55, minuto 28). Tras un intercambio de canastas en las que la brecha se redujo hasta los cinco puntos (54-59), un triple de Arco colocó el 56-65 con el que arrancó la hora de la verdad. 

La idea del Breogán era clara: no echar por tierra el trabajo de media hora en diez minutos. Intenso y aguerrido, pasó del nada claro 61-67 a siete y medio de la conclusión al 64-75 (min. 36) que le permitía respirar más tranquilo en el último tramo. La batalla había terminado y el Breogán podía volver a sonreír.

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