Opinión

54 días de pasión

EL PRÓXIMO Domingo de Ramos, que viene a ser la antesala de la Semana Santa y cuando se conmemora por parte de los cristianos la entrada de Jesús en Jerusalén para su proclamación como hijo de Dios, hay doble cita electoral. En el País Vasco y en Galicia, cuya coincidencia en el calendario gregoriano cada cuatro años ya comienza a ser casi tan tradicional como la propia Pascua. Veremos quién entra triunfal el 5 de abril en San Caetano. Esa noche sabremos si las palmas y las aclamaciones son para Alberto Núñez Feijóo, que —a falta de confirmación de su candidatura— intentará conseguir su cuarta mayoría absoluta consecutiva, o para el socialista Gonzalo Caballero, que, según las encuestas, precisaría del apoyo de dos o tres socios para gobernar. Serán 54 días de pasión, pero al menos nos evitamos siete meses de una larga campaña llena de sermones.

Una sorpresa muy relativa

Aunque el adelanto pilló con el pie cambiado a algunos partidos, aún sin candidat@, la mayoría de la oposición en el Pazo do Hórreo contemplaba esa posibilidad desde hace tiempo y no acogió de mal grado la constatación de lo que presuponían. Es el caso, al menos, de PSdeG, BNG y En Marea.

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