Los 40 años de la feria del vino de Quiroga que no pudieron celebrarse

El certamen es un referente para conocer el trabajo de bodegas independientes
Generated by  IJG JPEG Library
photo_camera Autoridades en la vigésima edición del ferial vitícola quirogués. ARCHIVO

El 11 de diciembre de 1980 se celebraba la primera Feira do Viño quiroguesa y el poeta de O Courel Uxío Novoneyra proclamaba que "Quiroga é un viño". Tanto es así que, desde entonces, edición a edición, y van ya 37 (hubo algún paréntesis, como el de este año debido a la pandemia) este evento se ha consolidado y ya es una fecha marcada a fuego en los calendarios de los vecinos del municipio.

Hace cuarenta años coincidió con el día de San Martiño, patrón local, por lo que también se organizaba un magosto y a los cosecheros participantes se les pidió que aportasen cada uno al menos 40 litros de vino para ayudar a que el empapuce de castañas fuese más llevadero.

Pero esta multitudinaria fiesta ha cambiado y evolucionado notablemente, empezando por la fecha de celebración. Si las primeras fueron en noviembre, ahora se celebra en Semana Santa.

La de Quiroga fue la primera fiesta de exaltación del vino celebrada en la Ribeira Sacra, si bien es cierto que la de Amandi, que tiene lugar en Sober, acumula más ediciones, pues en Quiroga se suspendieron en varias ocasiones. Una de ellas fue por una mala cosecha que propició escasez de vino, otra por cambio de fecha y otra por no haber nadie al frente de su organización. La cuarta corresponde a la de este año. La pandemia ha impedido que se celebre, aunque el consistorio intentó buscar una fecha alternativa en verano, pero la situación sanitaria recomendó anularla.

"En los primeros años ni siquiera se cobraba el vino. Se daba a probar, pues era una forma de promocionar el producto, que era el objetivo de la fiesta", explica un quirogués que vivió los inicios de la feria.

Además, el número de cosecheros era muy elevado, llegando a alcanzar los 27 en 1986, frente a los seis de 2019. Entre ellos competían por ver quién elaboraba los mejores caldos. "Había una cata y se entregaban premios, por lo que la competencia era alta y todos ponían de su parte para contar con el mejor vino", recuerda un bodeguero.

El personaje más relevante que ha pregonado esta fiesta fue Camilo José Cela, quien se acercó a Quiroga en el año 1990

La asociación de vecinos Os Eidos se encargó de organizar la primera edición. La hemeroteca de El Progreso recuerda que, aunque fue un día tremendamente lluvioso, los chubascos no restaron animación a los asistentes, que "se entregaron a la tarea de probar, comentar y ensalzar las excelencias de los caldos de la comarca".

El poeta de O Courel fue el primer nombre de una larga lista de pregoneros que sigue creciendo. Con los años, se ha convertido en uno de los actos principales de la Feira do Viño, congregando a miles de personas. Especialmente multitudinario fue el de la pasada edición, que corrió a cargo del actor Pablo Chiapella, otro conocido rostro de Mediaset, grupo mediático del que proceden los pregoneros de los últimos años.

No obstante, el rostro más relevante que ha pregonado esta fiesta fue, sin duda, el premio Nobel de Literatura Camilo José Cela, quien se acercó hasta Quiroga en el año 1990 para darle una impronta a un certamen que comenzaba a despegar.

Antes lo había hecho el erudito local Xoán Rolo u otros escritores, como Alfredo Conde, Salvador García-Bodaño o el propio Novoneyra. También se encargaron del pregón el periodista Matías Prats, Manuel Fraga o Augusto Cesar Lendoiro, por aquel entonces presidente del Deportivo.

La Feira do Viño de Quiroga celebra cuatro décadas en las que ha creado todo un espíritu festivo que se traduce en una vuelta a casa para muchos, reencuentros de grupos de amigos y los cada vez más multitudinarios concursos de camisetas serigrafiadas con motivos alusivos al festejo.

A su lado han crecido también eventos como la carrera popular o, en los últimos años, el concurso de tapas al que se suman un buen número de locales hosteleros de la villa.

Han sido 40 años de éxitos de una feria en la que el protagonista es el vino de bodeguero, de autor, que se hace con mimo aunque no esté amparado por Ribeira Sacra.

Comentarios