Unas 200 personas conmemoran el centenario de la escuela de Vilapedre

Los vecinos honraron a los "xenerosos" promotores del inmueble, restaurado recientemente

Reencuentros, saludos, abrazos y muchos recuerdos inundaron la jornada vivida el domingo alrededor de la casa escuela de la parroquia vilalbesa de Vilapedre, cuya asociación de vecinos celebró el domingo el centenario de la finalización de las obras de construcción del inmueble.

Unas 200 personas quisieron estar presentes en esta conmemoración, que contó también con la presencia de dos de las últimas maestras que dieron clase en esta escuela, que llegó a tener unos 200 escolares y echó el cierre en el curso 85-86: Antonia Fernández Paz Tita y Olga Pardo Penabad. Ambas se mostraron muy emocionadas por reencontrarse con muchos de los que fueron sus alumnos y aseguraron haber vivido "momentos moi bonitos aquí".

Los festejos arrancaron con una misa, tras la que hubo una ofrenda floral en la que se honró a los promotores de esta casa escuela, muchos de ellos emigrados a principios del siglo XX. "Foron intelixentes, xenerosos e solidarios. O seu obxectivo era mellorar o seu pobo e puxéronse mans á obra", afirmó una de las vecinas en su intervención, recordando que entonces se construyó el edificio "con moitas dificultades, pero tiñan algo moi claro, que era unha vida mellor para os nosos nenos, e darlles educación era o camiño".

En este sentido, hizo hincapié en que sus antepasados demostraron que "sen moitos medios pódense facer grandes cousas, remando na mesma dirección, traballando xuntos". "Honramos a súa memoria, recollemos o seu legado e comprometémonos a mantelo. Temos o deber de conservalo e deixarllo ás seguintes xeracións", sentenció.

Y esto fue lo que se quiso impulsar desde la asociación vecinal, que en los últimos años acometió varios proyectos para arreglar por fases el edificio, hoy centro social de la parroquia, desde la cubierta hasta el interior, pasando por la fachada de piedra.

La fiesta continuó con una comida de confraternidad, en la que hubo un recuerdo conmemorativo —una bolsa de tela con una foto de la escuela— para todos los asistentes, un obsequio para los de mayor edad, Juan Cortiñas e Irene Díaz Balseiro, y un detalle para las maestras. Los dúos Estrellas y Escobar pusieron la nota musical.

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