2-2. Un punto que pudo ser más para el Polvorín


El Polvorín se lleva un empate del campo del líder Bergantiños en un partido en que estuvo por delante hasta el minuto 75

Los jugadores del Polvorín celebran uno de sus goles en As Eiroas DIARIO DE BERGANTIÑOS
photo_camera Los jugadores del Polvorín celebran uno de sus goles en As Eiroas. DIARIO DE BERGANTIÑOS

Rozó la machada el Polvorín, que encadenó su quinta jornada sin perder. A punto estuvo de sorprender al líder en su campo, donde se había mostrado casi intratable hasta este sábado —seis victorias y un empate—, después de una primera hora de juego magnífica en la que cobró dos goles de ventaja. La entrada de Granada dio mayor control del balón al Bergantiños, que sacó partido de su poderío en el juego aéreo y empató en un abrir y cerrar de ojos. Incluso pudo ganar al final el equipo de Miguel Figueira, aunque hubiese sido una derrota muy cruel para un equipo que, con su fútbol, no demostró ocupar un puesto de descenso.  

Se adelantó pronto el conjunto lucense, que ha sido capaz de puntuar en sus tres últimas salidas. Escobar, tras una buena pared, se anticipó a la salida de Christopher y remató ajustado al palo izquierdo. La pelota, tras tocar en la madera, se introdujo en la meta local. 

Y en un par de minutos pudo ampliar la cuenta el delantero del  Polvorín, que recibió un centro desde la izquierda y remató por encima del travesaño.

Encima del travesaño. Ir por delante en el marcador era el justo premio al planteamiento dispuesto por José Durán, que apostó por salir en el campo del líder con el mismo estilo de tener la pelota y tratar de progresar en el juego a través de la asociación. El balón fue del Polvorín y lo administró con criterio y muchos destellos de calidad. 

El partido se fue equilibrando con el discurrir de los minutos, aunque siempre era el Polvorín quien proponía más y pisaba con intenciones más claras el área rival. En el tramo final del primer periodo el conjunto rojillo, sobre todo explotando la habilidad de Cañi y Cano por fuera, generó un par de llegadas peligrosas.

En el descanso Miguel Figueira dio entrada a Marcos Rodríguez por Marcos Caridad, aunque nada cambió tácticamente en el ‘Bergan’, que, como en el inicio de encuentro, se vio sorprendido en la primera llegada de los pupilos de José Durán. Rayco desequilibró por la banda derecha y dejó la pelota para la irrupción desde segunda línea de Manu Núñez, quien, con un disparo suave pero ajustado al palo derecho de la portería de Christopher, logró el 0-2. 

Cano trató de meter rápido al equipo local en el encuentro, sin puntería, y Escobar se entretuvo en exceso en una buena contra en superioridad. Poco más se supo ofensivamente desde entonces del conjunto de Durán. 

El Bergantiños, ya con Granada por Cañi en el campo, incrementó su dominio y con constantes envíos al área, tanto en centros laterales como en acciones de estrategia, puso en aprietos al filial lucense. Borja Facal cabeceó a las manos de Cacharrón y otro testarazo, de Rubén Rivera, salió a un palmo del poste. Fueron el aviso de lo que vino a continuación: dos goles en poco más de un minuto. 

El 1-2 lo firmó Rubén Rivera, que alojó en la red la pelota servida por Ekedi desde la derecha. Y, en plena euforia local, una falta lateral colgada por Aarón desde el mismo flanco la convirtió Roberto Baleato en el 2-2 con otro testarazo.

El Polvorín, que apenas retuvo la pelota desde el 0-2, se asentó mejor después de recibir el mazazo del empate. Volvió a tener el balón y le dio de nuevo sentido al juego. Así pudo vivir casi sin agobios el final del encuentro. Los pasó en una gran jugada de Cano, con remate raso al filo del tiempo reglamentario detenido por Cacharrón, que aceleró el pulso de los aficionados visitantes. Y en el último córner, con el tiempo.  

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