"Es una aventura, pero también un lujazo, vivir de lo que te gusta"

Jorge Espiral y Ana Álvarez abrieron su segunda galería de arte en la capital lucense

Jorge Espiral y Ana Álvarez, una pareja con arte
photo_camera Jorge Espiral y Ana Álvarez, una pareja con arte. J.VÁZQUEZ

El papel marrón de embalar aún tapa las vidrieras del número 17 de Bolaño Ribadeneyra para mantener el factor sorpresa. Menos tres grados a las once. Lugo respira hielo. Espero a Jorge Espiral, pocas horas antes de que él y su compañera de vida, Ana Álvarez, emprendan una nueva aventura personal y profesional: una segunda galería de arte en Lugo y nueva sede de la ya existente La Catedral, en Bispo Basulto.

Me acomodo la bufanda y ajusto los guantes rojos. El anticiclón azota sin clemencia en invierno. "¡Te vas a quedar congelada!", oigo mientras aparece Jorge, como siempre, con una cálida sonrisa. Nunca lo he visto de mal humor, ahora que recuerdo, y eso que como todos, tendrá sus días de mal café.

Sube la verja metálica, como en un ritual precioso. ¡Vaya si está ilusionado! Y algo nervioso ante el alumbramiento.

Jorge Espiral: "Mis amigos y yo no íbamos a ver un partido de fútbol. Ana creció en ese mundo de artistas"


Entramos en la sala, un local de 125 metros cuadrados ocupado hasta hace un año por la zapatería familiar de los padres de Ana, su mujer, que había funcionado desde la década de los ochenta. Un espacio, no obstante, que siempre ha estado ligado al arte, pues creadores como Quique Bordell se han encargado en numerosas ocasiones de colaborar en el diseño de los escaparates.

De hecho, antes de entrar, a mano derecha, hay esculpidos en la pared un par de zapatos, obra de Lomarti.

Y las manillas de las puertas son dos hormas talladas en madera por Castro. Un símbolo que recuerda el pasado de las instalaciones y a la vez representa ese gran paso en la vida de Jorge y Ana, que con esta galería se hace visible tras muchos años, vence quizás su timidez -dice- y abandona el segundo plano.

"Llevamos juntos desde los 14 años —recuerda Ana—. Empezamos con el coleccionismo juntos, comprando piezas a plazos... Es un mundo que desde siempre nos ha gustado mucho".

"Mis amigos y yo no íbamos a ver un partido de fútbol. Estábamos Honorio, Xermán Refojo, Bordell... Mis amigos siempre han sido pintores, poetas, músicos... Ella creció en ese mundo y es un mundo más de los dos", agrega Jorge.

Con todo, Ana no oculta cierto nerviosismo lógico de los debuts y asegura, mientras ríe, que su mayor reto es su propio compañero: "Él habla tanto... Tiene mucha labia. Por eso mi mayor reto es que la gente empiece a confiar en mí como confían en él".

Amistad, respeto, admiración, amor. Sobre esos cimientos, un sólido viaje vital y ahora esta nueva galería, "una nueva aventura, pero es un lujazo poder hacer lo que te gusta", subraya Jorge.

Una galería casi réplica de La Catedral de Bispo Basulto —la que se ubica cerca del homónimo templo religioso lucense3 y pensada por Santiago Catalán. La que abrió este martes se diferencia en su mayor amplitud, lo que posibilitará también la entrada de obra de mayor formato.

Así, una primera gran sala con luz cálida es la que da la bienvenida al público. Una segunda se configura como un espacio más íntimo, pero también dedicada a la función expositiva y el tercer espacio sirve como fondo de galería.

Un pequeño rincón a modo de oficina y otra pequeña sala que será utilizada en un futuro inmediato para tertulias completan los diferentes ambientes.

Los que se acercaron ayer hasta este nuevo espacio artístico para Lugo pudieron disfrutar de una muestra de arte gallego con obras de cinco de los artistas preferidos de Jorge: Laxeiro; María Antonia Dans, Luis Seoane, Grandío y Castelao. "Piezas muy importantes y muy escogidas, las que a mí me gustaría tener en mi colección", afirmó el galerista.

La nueva Catedral mantendrá la línea expositiva de la primera, pero incorporará jóvenes talentos. La próxima cita será con el escultor Iván Prieto, en febrero.

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