LOS FONDOS europeos del covid se han convertido en el maná del que todo el mundo quiere llevar su parte y si esta semana eran aprobados por el Congreso con el apoyo o abstención de las fuerzas más extremistas del arco político, hay quien lleva meses haciendo las cuentas de la lechera para ver qué se podrá financiar con esos 140.000 millones de euros en subasta. Mientras los partidos que votaron en contra del decreto del Gobierno como PP, CS y ERC se justifican alegando falta de consenso o un oscuro reparto entre empresas del Ibex, las comunidades autónomas, entidades locales y organizaciones empresariales han lanzado ya sus propuestas de reparto de un programa cuyo nombre, Next Generation, ya hace intuir que las grandes compañías van a sacar tajada con sus clusters y su know how.
La Xunta enseñó sus cartas al Gobierno central hace meses lanzando algunos de los proyectos que pretende impulsar con la ayuda de estos fondos, entre los que figura uno que afecta a Lugo, en concreto el desarrollo del polo aeroespacial de Rozas, una apuesta por la empresa tecnológica en medio de una zona ganadera y que se ha promocionado desde hace años como una campaña de lotería navideña, aunque todavía está por ver si de todo eso saldrá el premio gordo o solo pedreas.
Sin embargo, mientras ya hay listas de proyectos empresariales esperando en la cola de este nuevo plan Marshall, las principales instituciones de Lugo todavía no se han decidido a apostar por proyectos concretos para que sean impulsados desde la administración y solo se han lanzado ideas sobre la necesidad de apostar por el rural, por la sostenibilidad de las ciudades o por potenciar los sectores motores de la provincia del sector primario.
Y así, mientras se desmantela o cierra la poca industria de la que viven algunas comarcas lucenses sin que se lleguen soluciones concretas para salvar la economía de esas zonas, la división política en las distintas instituciones provoca que ni siquiera se pueda llegar a acuerdos para distribuir ayudas de emergencia para sectores que van camino del abismo como la hostelería,
Entretanto, surgen también otras propuestas para invertir esos millones en proyectos ya comprometidos, como la que esta semana hizo la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, quien instó al Gobierno a destinar parte los fondos de reconstrucción a financiar las estaciones intermodales que están en construcción o proyectadas en Galicia, entre ellas la de Lugo.
La idea se entiende que llega con el ánimo de aliviar a la Xunta de la carga presupuestaria que supone abordar estos proyectos, ya que se hace cargo de la parte correspondiente a las terminales de autobuses. No está mal como estrategia para ahorrar financiación propia, aunque si ya hay dinero presupuestado para estas infraestructuras, lo lógico sería impulsar nuevas iniciativas con estos fondos europeos. Si es que las hay claro.
No en mi párking
El edil de urbanismo, Miguel Couto, desvelabaen el pleno que no recibió de Xunta yDiputación respuesta a sus propuestas parael uso público gratuito y fuera del horariolaboral del párking del edificio multiusoso de los aparcamientos de los institutos delcentro y el hogar de Santa María. Una pena,porque la alcaldesa Lara Méndez ordenó ensu día abrir el párking del antiguo seminarioy se demostró que fue una gran idea.
Grandes de la sanidad
Los dos hospitales privados de Lugo, creados en su día por familias y profesionales de la ciudad, ya están en manos de dos grandes grupos de la sanidad, una venta que la pandemia ha acelerado, aunque los propietarios llevaban años negociándola. La modernización de instalaciones y la oferta de nuevos servicios debería ser la baza para que estos centros puedan competir con el gigante que en la capital es de momento el Hula.
Consenso con el bus
El pleno del Concello aprobó una mocióndel PP para que el bus urbano tenga bonos ytarifas planas, transbordos gratuitos y quealgunas franjas de edad no paguen por esteservicio, aunque los populares aceptaron laenmienda del nacionalista Rubén Arroxo para que se implantasen estas medidasuna vez se reorganicen las líneas, en unademostración de que es posible la colaboraciónentre gobierno y oposición.
